Récord insólito de penaltis

El Sevilla ya hace historia en Champions. Tras reinar en la Europa League durante años, los andaluces han dado el siguiente paso y ya dan que hablar en la máxima competición continental. En el partido inaugural en el que recibían al Salzburgo austriaco sucedió un acontecimiento sin precedentes en toda la historia de la competición: el árbitro ha señalado el punto de penalti hasta en cuatro ocasiones, según informó MisterChip.

Si jamás había sucedido algo así en un encuentro completo, en el Sánchez Pizjuán se vio en tan solo media hora de la primera parte. El primero llegó en el minuto 13, con una entrada de Diego Carlos sobre Adeyemi en la que el brasileño llegaba tarde al corte. La joven perla alemana, sin embargo, lo mandó fuera.

El segundo llegaría solo ocho minutos después. El propio Adeyemi llegaba antes que Navas a un balón sobre la línea de fondo y el lateral, en un error impropio del sevillano, le empujaba por detrás. En este caso, Sucic sí acertó para adelantar a los austriacos. La pésima actuación defensiva de los de Lopetegui culminaría en un nuevo penalti pocos minutos después. En el minuto 27, Adeyemi volvía a llegar antes al balón y Bono le derribaba. Sucic, esta vez, dejó vivo al Sevilla, ya que estrelló la pena máxima en el poste. El Salzburgo se convertía así en el primer equipo en la historia de la Champions en lanzar tres penaltis en un mismo encuentro.

El joven delantero alemán, Karim Adeyemi, también hizo historia en Champions, ya que se ha convertido en el primer jugador en la historia de la competición en provocar tres penaltis en un mismo encuentro, según el propio MisterChip. Lo hizo, además, en 25 minutos. La perla de los austriacos, expertos en detectar talento joven, lleva 7 goles esta temporada y varios grandes han puesto sus ojos en él.

Pero el festival de las penas máximas no pararía ahí. En el minuto 41 sería En-Nesyri el que forzaría un nuevo lanzamiento desde los 11 metros. El croata Rakitic fue el encargado de empatar el partido antes del descanso para dar un respiro a un Sevilla que podría haber vivido un drama en su propio estadio de no ser por la falta de acierto de su rival. Al final, los sevillistas consiguieron aguantar el empate a pesar de jugar casi toda la segunda parte con uno menos por la expulsión de En-Nesyri, que vio la segunda amarilla por simular penalti.