Un “baño de realidad” para el Girona
El equipo de Míchel enlaza la tercera derrota seguida, ofrece una pobre imagen ante el Málaga y cae a los puestos de descenso
Tenemos que mejorar mucho. Fue un baño de realidad, no reconozco a este Girona. No es el que queremos”. Así de contundente se mostró Míchel en la sala de prensa tras la derrota de su equipo ante el Málaga, en el que ha sido sin duda el peor partido de la temporada. Solo han disputado cinco, estamos aún en un tramo muy temprano del curso, pero es evidente que el Girona no ha empezado la competición con buen pie. Ante los andaluces se vio la peor versión del equipo, frágil atrás e inoperante en ataque, en un conjunto que se ha acostumbrado en los últimos años a luchar por el ascenso. Ahora, aunque todavía es circunstancial, lo hacen por evitar los puestos de descenso.
Y es que el Girona no se encontraba en esta situación desde que descendió de Primera, pues desde entonces nunca había pisado los puestos bajos de la tabla. De hecho, no se encontraba en puestos de descenso a la antigua Segunda B desde el primer año de Machín (13-14) cuando el equipo evitó el desastre en las últimas jornadas. Una nueva realidad que no gusta a nadie en Montilivi y que tienen margen de sobra para revertirla. Pero deben comenzar ya. Y es que no son solo los resultados, tres derrotas seguidas, sino también las sensaciones que dejó el equipo en la Rosaleda. No se escondió Míchel en la sala de prensa, como tampoco los jugadores. El Girona cuajó un muy mal encuentro.
Pese al mal resultado y a las malas sensaciones no hay alarmas en la planta noble del club, cuya confianza en el técnico es absoluta. Tampoco por parte de Míchel, que reiteró que “tenemos una muy buena plantilla” y aseguró que tiene “confianza plena” en el trabajo diario que lleva a cabo en Girona. Recordó que todo “tiene un proceso y hay que tener paciencia” pero destacó también el lado positivo de la derrota: “No quiero que esto sea una normalidad porque quiero que el equipo luche por cosas importantes”, dijo.
Finalmente el técnico también valoró su expulsión, la primera de su carrera. Aseguró que solo dijo “eso es falta” y que en en ningún momento se dirigió a los colegiados con ningún tipo de menosprecio.