El otro diez que saca el Espanyol de su choque con el Atlético
La primera mitad del partido ante el Atlético, récord de pases, posesión y disparos, señala el camino en Primera. Con Darder-Melendo-Morlanes. Con valentía, solidez y gol.
Perdió el Espanyol un partido, pero ganó ante el Atlético de Madrid una segura senda sobre la que transitar sin peligro en esta temporada del regreso a Primera. El primer tiempo contra los rojiblancos, que finalizó con el marcador a favor y una notable sensación de poder e incluso superioridad delante del campeón de LaLiga, muestra el camino a seguir por un Vicente Moreno que, tildado a menudo de conservador, se mostró valiente el día en que se le presentaba una de las pruebas más duras del año.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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Con el agravante de las bajas de Sergi Gómez por sanción, De David López y Javi Puado por lesión, la entrada de un renqueante Fernando Calero –con un visible vendaje en el muslo derecho–, de un Adrià Pedrosa que venía de ser intervenido de dos dedos de la mano y de jugadores que debutaban en la titularidad este curso –el propio Calero, Manu Morlanes, Aleix Vidal y el hasta ahora inédito Óscar Melendo– resultaron ser, mientras los cuerpos aguantaron y el Atleti movió su impresionante banquillo, determinantes para que el Espanyol superara en ocasiones, posesión, duelos o control a un rival que es pura dinamita. Solo Jan Oblak, especialmente en dos situaciones frente a Adrián Embarba –quien actuó a banda cambiada–, evitó una goleada al descanso.
En esa primera mitad, disparó el Espanyol en siete ocasiones, cuando el promedio de las anteriores jornadas era de 4,3. Recibió cinco remates de los Luis Suárez, Antoine Griezmann y compañía, por los 6,3 de los partidos contra Osasuna, Villarreal y Mallorca. Dio 204 pases buenos, 57 más que en su mejor actuación, con un promedio de acierto del 86,81 por ciento, también a años luz de la anterior jornada y con un rival temible delante. Y alcanzó el 62,24 por ciento de la posesión, que no fue en absoluto estéril.
Las primeras partes del Espanyol
Osasuna | Villarreal | Mallorca | Atlético | |
Tiros | 3 | 6 | 4 | 7 |
Pases totales | 186 | 152 | 198 | 235 |
Pases buenos | 136 | 120 | 147 | 204 |
% pases buenos | 73,12 | 78,95 | 74,24 | 86,81 |
Tiros recibidos | 7 | 4 | 8 | 5 |
% posesión | 63,76 | 52,7 | 71,74 | 62,24 |
La clave, indudablemente, estuvo en el cambio de sistema –más un 4-3-3 que un 4-2-3-1 como el de sus inicios, hace justo un año– y, sobre todo, los jugadores que ocupaban esos espacios. Un Manu Morlanes que podía ejercer de 'stopper' pero que goza de mayor creatividad que el clásico pivote para iniciar con limpieza el juego, un Darder inspiradísimo, que regaló momentos de su mejor magia, y un Melendo más liberado, para conectar la medular con el ataque, para emboscarse e incluso para permutar con Aleix y Embarba, dos extremos que actuaron más bien como interiores al abrigo de Raúl de Tomás.
Las cinco novedades que se atrevió Vicente Moreno a introducir en la alineación engrasaron tan bien en el planteamiento de partido que Diego Simeone se vio obligado a realizar tres cambios de golpe al descanso. Y ahí, la idea empezó a languidecer, al tiempo que Calero recaía de sus molestias, Darder o Melendo acusaban el esfuerzo y se regresaba a un 4-4-2, tan válido para el ascenso, pero que contra el Atlético no dio sensación real de peligro. Y sucedió lo que sucedió. Pero el único diez del Espanyol-Atlético no fueron los polémicos minutos de añadido, sino la primera parte de los pericos, que señala el camino a seguir. Y aún faltan piezas, como los que causaron baja. Y como Yangel Herrera. Próxima estación: Benito Villamarín.