A Bordalás le sale bien la jugada
El entrenador retrasó el viaje a Pamplona para que Maxi y Alderete llegaran a tiempo, además, cuando Gayà se lesionó mantuvo a Guedes en punta y no lo llevó a banda. Los tres acabaron viendo puerta.
El Valencia está de dulce en sus resultados y José Bordalás con sus decisiones, lo cual no deja de tener una relación de causa consecuencia. El triunfo ante Osasuna supuso la tercera victoria del equipo che en lo que va de curso en una cita en la que el fútbol le dio la razón al técnico alicantino en las dos grandes decisiones que tomó para el mismo.
Y es que por una parte, el mister decidió retrasar el vuelo del equipo hacia Pamplona al mismo domingo por la mañana. La razón fue tomada exclusivamente por dos nombres propios: Maxi Gómez y Alderete. Ambos llegaron a Valencia el sábado tras un viaje de casi 24 horas y con solo un entrenamiento con el equipo, Bordalás quería que descansaran bien porque les veía "un poco cansados" según señaló en sala de prensa.
Pero ese cansancio debió desaparecer, porque el técnico no dudó en alinearles como titulares a ambos en El Sadar, pese a que la ausencia de ambos durante la semana llevaba a intuir que habría alguna que otra rotación. Ciertamente, le salió redonda su apuesta: Ambos jugaron 90 minutos, Maxi se estrenó como goleador este curso, Alderete también vio puerta y además de ello, en un día en el que Gabriel no estuvo tan bien como otros, el paraguayo supo tomar el relevo como jefe de la zaga.
La otra gran decisión fue mantener a Gonçalo Guedes en la punta del ataque cuando Gayà se lesionó. Es una realidad que el alicantino ha dado con la tecla con la estrella lusa y en Pamplona se pudo observar el por qué. Con Gayà lesionado, Hugo Duro saltó al verde para suplirle. El '19' che, habitual segundo punta, parecía que iba a desplazar a Guedes a la banda, sin embargo el técnico prefirió 'sacrificar' a Duro en banda y seguir dándole libertad a Gonçalo. El resultado, inapelable: dos goles.
