Nuevo error en la salida de balón y otro gol en contra frente al Ibiza hizo que este sábado los de Pepe Mel no pudieran regalar a su afición una victoria en el regreso de Jonathan Viera, después del partido calamitoso frente al Mirandés. Dos partidos y solo un punto en dos jornadas.
Miranda de Ebro parecía un accidente, sin embargo, después de lo visto en el Estadio de Gran Canaria parece que no es así y que la UD Las Palmas vuelve, por momentos, por los fueros de la campaña pasada con errores en defensa que cuestan puntos. Minuto 11, un pase mal dado en campo propio y primer bofetón sin manos en un encuentro que se tenía dominado hasta entonces. A partir de ahí, los amarillos tuvieron que remar a contracorriente para conseguir la igualada que se resistió hasta mediada la segunda parte. Como bien dijo Mel después del encuentro, "el partido se resume en que hemos empezado perdiendo 0-1 por un error grosero nuestro. El Ibiza no ha vuelto a tirar a portería y nosotros creo que hemos tenido bastantes opciones como para empatar y ganar el partido, pero aquí lo que cuenta es la efectividad y no la hemos tenido. Empezar el partido así te pone nervioso, el equipo empieza a dudar porque el gol viene de un error, y luego coge confianza. Creo que hemos merecido hacer más de un gol".
Y así fue, la UD insistió una y otra vez para darse de bruces contra un Ibiza que se había encontrado el gol y jugó muy cómodo durante buena parte del encuentro, haciendo imposible las embestidas amarillas. Así, de esta manera, tras el tropiezo frente al Mirandés, otro rival que parecía asequible como el Ibiza vuelve a frenar a los amarillos por su incapacidad en defensa como la temporada pasada. Cinco partidos y siete goles en contra revelan que, a pesar de haber reforzado la zaga esta campaña, los males del equipo permanecen y, de seguir así, será complicado alcanzar el playoff.