Lobete abandona el partido del Sanse por la llamada del primer equipo
El delantero donostiarra dejó corriendo el banquillo del filial en Anoeta para acudir a Zubieta por la lesión de Barrenetxea. Ha viajado a Cádiz con los de Imanol
No es nada habitual ver a un jugador salir corriendo del banquillo de su equipo en mitad de un partido y abandonar el estadio para marcharse a entrenar con otro equipo. Suena rocambolesco, pero es lo que ha ocurrido la tarde de este sábado en el Reale Arena en el encuentro que ha disputado el filial de la Real Sociedad contra el Eibar. En el minuto 40, se ha visto a un integrante de la plantilla txuri-urdin salir del banquillo y correr por la bocana de vestuarios. Luego se ha sabido que era Julen Lobete y que se había marchado corriendo, no solo al vestuario de Anoeta, sino que se ha ido del estadio en dirección de Zubieta para entrenar por el primer equipo por la lesión de última hora de Ander Barrenetxea. El jugador donostiarra del filial entraba más tarde en la convocatoria de Imanol Alguacil y viajaba con la primera plantilla a Cádiz, donde juega este domingo.
Antes del partido, sorprendía la desconvocatoria de Beñat Turrientes, que no estaba ni en la lista de convocados del Sanse. En un principio se sospechó que estaba lesionado, pero luego se confirmó que estaba en Zubieta entrenando con el primer equipo para entrar en la lista de convocados para el partido contra el Cádiz. Y luego Julen Lobete seguía su mismo camino, pero en mitad del partido contra el Eibar. El donostiarra se quedaba en el banquillo del conjunto de Xabi Alonso, y justo antes del descanso se marchaba del banquillo ante la llamada del primer equipo. Barrenetxea sufría una "lumbalgia aguda", según el parte médico. E Imanol reclamaba sus servicios para viajar a Cádiz. Era la novedad de última hora para el partido de vuelta del parón. Baja sensible la de Barrenetxea, porque estaba en un gran momento. Se une a las bajas de Guridi, Illarramendi, Rico y Monreal.
Después del partido del Sanse, su entrenador, Xabi Alonso, explicaba cómo se había producido esa curiosa situación. "El primer equipo es absoluto. Este año tenemos dos misiones muy exigentes. Por una parte estamos para ser soporte del primer equipo que tiene una temporada muy exigente, jugando en Europa. Y por otro lado vamos a intentar ser competitivos en Segunda y si somos capaces de equilibrar esas dos misiones, podemos estar muy contentos. Por eso en el camino pueden pasar estas cosas", señalaba naturalizando lo que había ocurrido.