Aprobados y suspensos del Depor: También saben sufrir
Victoria muy trabajada en el Ciudad de Tudela del equipo blanquiazul, que marcó pronto y se defendió en un partido muy diferente al de hace siete días.
Mackay: El mejor portero del año pasado en Segunda División hizo su primera aparición salvadora para el Deportivo. No había tenido mucho trabajo durante el partido, pero sacó una mano de tres puntos en los últimos minutos.
Benito: Le costó entrar en el partido y sufrió mucho durante los primeros minutos para controlar a Samanés. Se fue entonando, aunque terminó sustituido con problemas físicos.
Lapeña: Acabó fundido y sufriendo más de la cuenta, pero hizo otra gran actuación en el centro de la defensa. Además, dejó muestras de una de sus especialidades: el remate de cabeza. Buen gol.
Jaime: Condicionado por una tarjeta amarilla en la primera parte. Estuvo correcto en defensa, pero se fue al banquillo al poco de iniciar la segunda parte.
Héctor: Controló bien a su par y estuvo acertado los centros al área. El partido no le permitió incorporarse demasiado al ataque.
Villares: Brilló menos de lo habitual en un partido tan tosco, pero nunca escatima trabajo. Bien tapando líneas de pase en el centro del campo.
Bergantiños: Espectacular partido del capitán, que fue el mejor socio de todos en defensa. Llegó a todas las ayudas y lideró la resistencia blanquiazul.
Juergen: Sumó su tercera asistencia nada más arrancar el partido con un gran centro en una falta lateral. Luego estuvo menos acertado y terminó con problemas físicos.
Quiles: Participó menos que en la primera jornada, pero siempre deja detalles. Se sacó un zapatazo que a punto estuvo de acabar en gol.
Miku: Tuvo una ocasión clara para hacer el segundo, pero no acertó. Bien jugando de espaldas y dándole salida al equipo.
William: No fue su mejor día. Entró poco en juego y no tuvo demasiadas ocasiones para desbordar.
Los cambios
Trigueros: Entró cuando el Tudelano comenzó a jugar más directo y estuvo sobrio, sin cometer errores en el área.
Víctor: Le dio mucho oxígeno al equipo. Su verticalidad estiró el campo a lo largo y siempre ofreció una salida ante el agobio local.
Doncel: Similar por el otro costado. Vital en los minutos finales, cuando supo alejar el balón del área blanquiazul.
De Vicente: Trabajo en el centro del campo.
Granero: Tuvo algunos problemas en las primeras jugadas por el ritmo de juego, pero acabó entonándose.