Pino, el otro fichaje estrella del Villarreal
El joven atacante ya es una realidad y esta temporada tendrá peso. Con dorsal del primer equipo, ha elegido el '21' por Valerón, Jonathan Viera y Bruno Soriano.
Yeremi Pino llegó al primer equipo el pasado verano, justo con la llegada de Unai Emery al club. Tras haber jugado con el equipo de Tercera, su siguiente paso era dar el salto al equipo filial, en el que debía seguir demostrando su buen hacer. Pero a Emery le hacía falta un jugador de banda, alguien con descaro y desequilibrio. Por eso, el técnico se llevó a Pino a hacer la pretemporada. Tras dos semanas de trabajo, Emery decidió que Pino se quedaba en el primer equipo de forma definitiva.
Junto a Baena y Niño, eran los chavales que Emery decidió que debían seguir con el equipo de cara a la temporada. Una apuesta que salió bien, ya que todos ellos fueron importantes, y tuvieron su momento. Pero esta temporada Baena y Niño ya no están, salieron cedidos al Girona y al Mallorca respectivamente, quedándose solo Pino en el equipo.
Tras contar con ficha del filial, el club ya le ha inscrito con ficha del primer equipo y con el mítico dorsal 21. Un dorsal que el jugador pidió al tener como referente a Juan Carlos Valerón, Jonathan Viera y Bruno Soriano.
Las actuaciones en las finales con el Manchester y Chelsea, sumado a lo visto en Wanda, han sido el paso definitivo. Pino es ya un jugador que nada tiene que envidiar a muchos de los nombres que han salido este verano como posible refuerzo, lo que le hace ser ya un habitual en el once.
Además, es un jugador de la casa, con lo que gusta eso en el Villarreal. "Con Yeremi hay algo que está muy en el interior del jugador y luego están las cualidades. Yeremi es un jugador que puede hacer un partido desastroso hasta el minuto ochenta, pero siempre sigue intentando la jugada. Ese hambre, esa ilusión, esas ganas que nunca decaen, la misma energía que te enseña siempre en los partidos y en los entrenamientos, te hacen pensar que vamos a ver hasta dónde podemos llegar con él", comenta Emery.