Crivelani mantiene vivo el sueño de Champions del Levante

El Levante mantiene la llama de la esperanza encendida. Parece casi imposible ganar al Olympique de Lyon en su casa, pero el gran partido de las granotas que sólo sucumbieron en los minutos finales cuando el físico ya flaqueaba, mantienen vivo el sueño de llegar a la fase de grupos.

El Levante salió muy atrevido y sin ningún complejo ante el conjunto francés. De hecho, la primera ocasión clara fue de Alba Redondo que robó a Renard, pero se precipitó en el mano a mano ante Endler y tiró desde muy lejos. Eran las de Villacampa las que creaban más y, además, conseguían maniatar a un Olympique que no parecía esa apisonadora de antaño. Creaba y llegaba a los dominios de María, pero no terminaba de matar. La granadina, de hecho evitó el gol de Macario y Alba, acto seguido, no logró encontrar la portería en otra gran ocasión. Sin goles y con un Levante muy serio se llegó al descanso.

La segunda parte arrancó igual. Con descaro y sin miedo, las de Villacampa siguieron con su gran trabajo. La defensa funcionaba, María parecía un muro y Alba seguía haciendo daño. El Lyon dominaba, pero no marcaba hasta que, en el 79’, Malard abrió el marcador tras un gran pase a la espalda. Un jarro de agua fría que se multipicó con el 0-2 de Morroni. No se rindieron y, en una gran jugada de Alharilla, Crivelani hizo el 1-2 que mantiene vivo el sueño de un Levante que cree en imposibles.