Solo 8 de los 40 equipos completaron la convocatoria de 23 jugadores
La federación permite inscribir hasta 23 futbolistas en cada partido, como en LaLiga, y solo el 20% lo han hecho. En Segunda RFEF solo se autorizan 18
Parece evidente que, pese a la rivalidad existente entre Luis Rubiales y Javier Tebas, la Federación Española de Fútbol se ha inspirado en LaLiga para montar la categoría estrella que controlan desde Las Rozas, la Primera División RFEF. Con la lógica distancia que marca el dinero que maneja cada competición, desde el concurso de venta de derechos audiovisuales, a la organización de partidos (en proceso), pasando por lo que denominan 'naming' o 'betting' o el partido de los viernes es una copia de lo que funciona en las dos primeras categorías del fútbol español. Parece razonable si, pese a todo, se reconoce la gestión de Primera y Segunda como una historia de éxito.
Una de las normas que parece seguir esa línea no ha sido utilizada en el primer fin de semana de la Primera RFEF por la mayoría de los clubes: la posibilidad de hacer convocatorias de hasta 23 futbolistas en cada partido. Si en LaLiga, especialmente en Segunda, ya hay partidos en los que alguno de los equipos inscribe menos de los jugadores permitidos, en Primera RFEF parece que va a ser excepción el que presente 23 licencias al árbitro. En la primera jornada solo 8 de los 40 equipos lo han hecho, cinco locales y tres visitantes. A muchos técnicos incluso les parece excesivo, sobre todo si se tiene en cuenta que las plantillas tienen un máximo de 23 jugadores (hasta 17 mayores de 23 años y el resto sub-23) y que lo habitual es que, entre lesiones y sanciones, no estén todos disponibles el fin de semana.
Desde 17 a 23
Además, hay otra faceta que puede resultar marginal en los 42 grandes clubes del fútbol español, pero que sí es significativa en muchos de los clubes de Primera RFEF: la económica. Cuando un equipo se desplaza como visitante, cada futbolista de más que desplaza (si debe hacer noche) le cuesta una media de 100 euros/día a su club. Entre que deportivamente se considera excesivo manejar 23 futbolistas, el coste económico y la gestión de las relaciones entre los primeros equipos y sus filiales, parece previsible que muchos clubes, especialmente fuera de casa, opten por inscribir en torno a una veintena de futbolistas, la cantidad que se manejaba la pasada temporada en Segunda B.
Un caso de lo que puede suceder en la gestión del día a día de las actas con 23 jugadores, lo ejemplifica en lo que hizo el Racing este fin de semana. El equipo de El Sardinero solo tiene 21 futbolistas en el primer equipo, cuatro sub-23, y tenía a dos lesionados, Harper y Bobadilla, por lo que tenía solo 19 jugadores operativos para medirse al Tudelano (que llegó con solo 19) y la decisión que tomó Romo, su entrenador, fue convocar a cuatro de los mejores jugadores de su filial, el Rayo Cantabria, de Segunda RFEF. ¿Va a hacerlo cada jornada, casi desguazando al equipo al filial, ahora que este fin de semana empieza a competir? ¿Y harán lo mismo los filiales del Athletic, Barça, Madrid, Celta y demás con su juvenil? Por cierto, en Segunda RFEF, la propia Federación solo autoriza 18 jugadores en el acta.
