El Girona reduce su plantilla a la espera del esprint final
El club logró dar salida a Diamanka y Zeballos e inicia la cuenta atrás del mercado con muchas carpetas abiertas. Samu Saiz puede salir y deben atarse 3 jugadores.
El Girona, un año más, vivirá un final de mercado al límite. La dirección deportiva rojiblanca tiene muchos frentes abiertos, aunque a su favor está que ya ha logrado dar salida a aquellos jugadores con los que no se cuenta. Pape Diamanka y Joaquín Zeballos rescindieron sus contratos y ahora todos los esfuerzos están depositados en cumplir los deseos de Míchel de atar a un mediocentro, un atacante y, si aparece una buena opción, un lateral derecho.
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Dejar zanjadas las salidas de Diamanka (tenía contrato hasta 2022) y Zeballos era una prioridad y, tras multitud de reuniones y tiras y afloja, se lograron. El que más se enrocó fue un centrocampista senegalés que tras lucir la camiseta gerundense durante 28 partidos abandona el club. Eso sí, estas dos bajas podrían no ser las últimas de un Girona que está a la expectativa con Samu Saiz. El mediapunta está en el mercado y lo cierto es que el club no vería nada mal su adiós porque ello les daría mucho oxígeno en cuanto al límite salarial de la plantilla del primer equipo. Eso sí, para ello debe llegar una buena oferta.
Pero lo que más preocupa en las oficinas de Montilivi son, sin duda, los fichajes. Míchel ya desveló hace semanas que es necesario reforzar la plantilla en algunas posiciones y se peleará por ello. Hay dos prioridades claras: mediocentro y atacante. Para la primera, el favorito es Pol Lozano. El Girona hace días que ha acelerado en los contactos con el Espanyol para lograr su cesión y el jugador ha dado el sí. En cuanto al delantero, se pretende un jugador que pueda aportar desequilibrio y verticalidad. Y, por último, si aparece alguna buena opción en el mercado, es atar a un lateral derecho. Míchel cuenta con Calavera, Arnau e incluso Valery, pero considera que es necesario contar con un defensa experimentado.