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SORTEO CHAMPIONS LEAGUE

Cómo son los rivales del Sevilla: Lille, Salzburgo y Wolfsburgo

El Lille no se asemeja en nada al equipo campeón del pasado curso. El Salzburgo se renueva con talento cada año y el Wolfsburgo lidera la Bundesliga.

Burak Yilmaz of Lille celebrates his goal with Reinildo Mandava during the French championship Ligue 1 football match between AS Saint-Etienne (ASSE) and Lille OSC (LOSC) on August 21, 2021 at Stade Geoffroy-Guichard in Saint-Etienne, France - Photo Jean
Burak Yilmaz of Lille celebrates his goal with Reinildo Mandava during the French championship Ligue 1 football match between AS Saint-Etienne (ASSE) and Lille OSC (LOSC) on August 21, 2021 at Stade Geoffroy-Guichard in Saint-Etienne, France - Photo Jean AFP7 vía Europa Press

Lille

Apenas han pasado tres meses, pero parece demasiado tiempo. La extraordinaria hazaña del Lille al destronar al PSG en Francia ha derivado en un proyecto deteriorado, sin un rumbo fijo, con los principales artífices de la gesta fuera. El triunfo del equipo del norte de Francia fue de Luis Campos (director deportivo) y Christophe Galtier (entrenador). Desde 2017 fueron la pareja perfecta. El primero encontraba el talento y el segundo lo dirigía de forma pragmática. Ninguno está ya, el Lille se ha deshecho y no parece divisar una solución próxima.

El inicio ha sido calamitoso. Entre amistosos y el despertar oficial de la temporada solo ha ganado un partido, precisamente ante el PSG en la Supercopa de Francia. Como castigo severo asomó la goleada que recibió en la segunda jornada del Niza (0-4), precisamente entrenado ahora por Galtier. De esta forma, el Lille bordea las posiciones de descenso, encaja goles sin parar (ocho) y se ve un equipo totalmente abatido. El ex del Burdeos y Guingamp, Jocelyn Gourvennec, nuevo inquilino del banquillo, empieza a ser discutido por los gravísimos desórdenes defensivos de su equipo. Se aprecian excesivos espacios entre líneas, poco rigor en las basculaciones y desconexiones en las vigilancias. Es un problema de magnitud. Si el Lille tocó la gloria la pasada campaña fue por su fiabilidad atrás (solo 23 goles recibidos).

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Es cierto que Gourvennec no lo tiene del todo fácil. Las salidas de Maignan (Milan) y Soumaré (Leicester) restan claramente su potencial y solo han sido suplidas por los fichajes de Grbic (Atlético) y André Onana (Hamburgo). De ambos se desconoce verdaderamente lo que pueden ofrecer. Grbic no estuvo demasiado fino en el gol del Saint-Etienne de la pasada jornada. También se ha lesionado Renato Sanches, que no volverá a priori hasta octubre. El resto de la estructura del Lille es la misma que la del equipo campeón y destacan los centrales Fonte y Botman (objetivo del Sevilla si se va Koundé), la presencia de André, el balón parado de Yacizi, la velocidad y desborde de Bamba, Weah, Ikoné y Jonathan David y el vínculo con el gol de Burak Yilmaz. La estrategia y los ataques al espacio serán sus principales recursos ofensivos. Sin embargo, mucho tiene que cambiar el Lille para que sea un adversario de peso en la fase de grupos. En las circunstancias que atraviesa, el merecido premio de jugar la Champions puede hacerle acusar todavía más sus contradicciones.

Estrella: Burak Yilmaz (36 años)

Red Bull Salzburgo

La escalada del Red Bull Salzburgo le ha llevado a repetir por tercera vez consecutiva en la Champions. Ya no extraña verle entre los mejores. Los réditos deportivos de un proyecto económico relevante y bien pensado se empiezan a vislumbrar. Lo merece tanto por la inversión en jóvenes talentos como por el estilo futbolístico. Su autoridad resulta intratable en Austria y ahora necesita de desafíos mayores en el escaparate europeo. En la pretemporada, sin ir más lejos, se dio el gustazo de ganar a Atlético y Barcelona.

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No para de preparar jugadores que dan el salto a las grandes ligas. Haaland o Minamino primero, después Szoboszlai, y este verano Daka (Leicester) y Mwepu (Brighton). Pero el Salzburgo permanece por una política de fichajes atractiva, personificada en este mercado con Piatkowski (Rakow), Simic (Lokomotiva) y Capaldo (Boca Juniors), y una personalidad en el campo muy marcada. No importa que se vayan también los entrenadores. Ocurrió con Jesse Marsch, ahora en el club hermano RB Leipzig. Su sucesor es el jovencísimo Matthias Jaissle, el nuevo Nagelsmann. A sus 33 años, defiende la idea de fútbol que diferencia al Salzburgo. El sentido vertical del juego, la máxima agresividad en la presión y la apuesta por el talento aparecen como principales argumentos. Obviamente la osadía general del Salzburgo implica riesgos que le cuestan verdaderos disgustos. Al intentar defender hacia delante y anticipar, queda descubierto cuando no lo logra. El 1-4-3-1-2 también sigue vigente y saca lo mejor de futbolistas cuyo futuro más previsible apunta a cotas altas. Es el caso del mediocentro Camara (21 años), el mediapunta Aaronson (20) y el delantero Adeyemi (19). No son los únicos. Kristennsen, Solet, el ex sevillista Wöber, Seiwald, Bernede, Capaldo, Okafor, Sucic, Berisha o Sesko, que firmó un gol y una asistencia en el partido de vuelta de la previa contra el Brondby, agrandan las opciones de los de Jaissle. Koita, otra figura, está lesionado hasta diciembre. Sería un refuerzo de lujo para el Salzburgo si alcanza su propósito de meterse en los octavos de final.

Estrella: Adeyemi (19 años)

Wolfsburgo

El mejor arranque de los últimos años del Wolfsburgo le ha convertido en líder de la Bundesliga. Con apenas dos jornadas disputadas y sendas victorias ante Bochum (1-0) y Hertha (1-2), su posición es un hecho puramente anecdótico, pero deja entrever el potencial de un equipo que se proyectaba como el rival más delicado del último bombo. Su buena puesta en escena, solo mancillada por la eliminación copera a causa de realizar una sustitución más, suscita cierta sorpresa al tener entrenador nuevo. No es otro que Van Bommel, el ex jugador del Barcelona, que reemplazó a Glasner, arquitecto del regreso del Wolfsburgo a la Champions que ahora está en el Eintracht tras el baile de entrenadores que ha habido en la Bundesliga.

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Van Bommel ha sido inteligente y ha adoptado una línea continuista. Con el mismo bloque de jugadores del año pasado, fortalecido con los refuerzos de Bornauw (Colonia), Vranckx (Malinas), Nchema (Manchester City) y Waldschmidt (Benfica), se extiende bajo un 1-4-2-3-1 ordenado y serio. Es un equipo correoso al contraataque, con buenos lanzadores y jugadores que leen bien los espacios. Además, tiene nombres a tener en cuenta en cada línea: Casteels (portero), Lacroix y Brooks (centrales), Schlager y Arnold (centrocampistas), Max Phillip (mediapunta) y Werghorst (delantero). Pero, sobre todo, destaca su banda derecha con Mbabu y Baku, dos laterales naturales que conviven en ese perfil del campo con una proyección ofensiva notoria. Mbabu también se distingue por un fuerte saque de banda que da ciertas alegrías al Wolfsburgo. Weghorst es el goleador (25 tantos el curso anterior) y las incorporaciones de Nchema y Waldschmidt complementan la riqueza ofensiva del Wolfsburgo. No es un equipo menor como puede parecer. Y menos partiendo de ese último bombo.

Estrella: Weghorst (30 años)