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SORTEO CHAMPIONS LEAGUE

Cómo juegan los rivales del Atleti: Liverpool, Oporto y Milan

El Liverpool vuelve al Wanda. El regreso de Van Dijk resitúa al equipo de Klopp. El estilo del Oporto le va mal al Atleti y el Milan es una amenaza.

LIVERPOOL, ENGLAND - AUGUST 21: Virgil van Dijk of Liverpool during the Premier League match between Liverpool  and  Burnley at Anfield on August 21, 2021 in Liverpool, England. (Photo by Catherine Ivill/Getty Images)
LIVERPOOL, ENGLAND - AUGUST 21: Virgil van Dijk of Liverpool during the Premier League match between Liverpool and Burnley at Anfield on August 21, 2021 in Liverpool, England. (Photo by Catherine Ivill/Getty Images)Catherine IvillGetty Images

Liverpool

Es el Liverpool un equipo singular en la cultura futbolística inglesa. Atendiendo a su historia, casi se le da mejor Europa que los torneos locales, sobre todo, en este siglo. Hace tres ediciones ganó la Champions y parece que haya pasado un mundo. De por medio ha perdido esa pasión que siempre tienen los conjuntos de Klopp. En el último curso estuvo contra las cuerdas en la Premier y cayó demasiado fácil ante el Madrid en Europa. Es cierto que estuvo muy condicionado por las bajas en defensa, empezando por Van Dijk, ya de vuelta. Klopp tuvo que mover demasiadas piezas y el Liverpool nunca se encontró.

Este curso ha surgido con otra fuerza. Suma dos victorias (Norwich y Burnley) en la Premier que le dan aire para encaminarse hacia lo que quiere. Con solo un fichaje, el central Konaté (40 millones, Leipzig), se presenta a esta edición bajo las coordenadas de siempre. Resulta peligrosísimo en las transiciones a campo abierto al aunar calidad, aceleración y convicción en sus futbolistas. Las apariciones de Alexander-Arnold y Robertson por las bandas también son una de sus grandes cualidades. Siempre hay jugadores en zona de remate. Por contra, los ataques posicionales no son su fuerte y no enmienda sus problemas atrás al jugar con una defensa tan adelantada. Aunque Klopp ha moderado su presión alta en algunos escenarios, el bloque red no deja de estar expuesto pese al equilibrio que siempre da Fabinho. Tampoco Alisson, el portero que antes lo paraba todo, atravesó su mejor momento en el último curso. El Liverpool precisa su versión más segura.

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También requiere de cierta mejoría ofensiva. Su viejo tridente (Salah-Firmino-Mané) se ha roto en muchos partidos por la entrada de Diogo Jota, cada vez más habitual en las alineaciones de Klopp. Sin Wijnaldum, después de su salida hacia el PSG, los Keita, Milner y Henderson aportarán esa vertiente física por detrás de la línea ofensiva. También el joven Elliott deslumbró contra el Burnley en la pasada jornada. Y, por supuesto, se espera mucho más de Thiago, que decepcionó en su estreno como red. No cayó bien en un Anfield que recuperará su atmósfera única. Solo por eso el Liverpool ya es mucho más que el de la pasada campaña.

Estrella: Salah (29 años)

Oporto

La ceremonia de resistencia del Oporto en la última Champions le abrió de par en par los cuartos de final. Llegó hasta ahí porque se topó con el Cheslea, después campeón. Fue una gran demostración del poso táctico, carácter irreductible y firmeza competitiva del equipo de Sergio Conceiçao para dar guerra entre la élite europea. No es un rival cómodo entre los que aparecían en el tercer bombo a causa de su dureza.

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Sergio Conceiçao es un técnico con un método muy claro de trabajo. Parece extraño que todavía no haya salido del fútbol portugués. Las estructuras tácticas que utiliza, ahora el 1-4-2-3-1, en ocasiones un 1-4-4-2, son solo la hoja de ruta para ensamblar un equipo que practica un fútbol directo, poco masticado y físico. Su preparación de los partidos es minuciosa y no descarta cambiar el dibujo si lo cree conveniente. No sería raro que en partidos de la Champions jugase con una zaga de tres centrales para organizar mejor las coberturas defensivas. Es capaz de hasta defender con una línea de seis jugadores, en una clara actitud cholista, como hizo en Turín ante la Juventus en la pasada edición. El Oporto apenas protagoniza concesiones en los ataques posicionales a sus adversarios, cierra pasillos interiores y solo se descompone en situaciones de desventaja en el repliegue.

En un bloque compacto y solidario, muy eficaz en la estrategia, destacan el liderazgo eterno de Pepe, la calidad de Corona —a la espera de lo que suceda con su futuro— y Otavio y la explosión definitiva de Luis Díaz. El colombiano parece haber roto por fin del todo en un equipo que lleva peligro por los costados y en acciones de centro al área. En este inicio de temporada, en el que se cuenta dos triunfos (Belenenses y Famalicao) y un empate (Marítimo), sorprende el papel secundario de Sergio Oliveira en la medular. Su lugar lo ocupa Bruno Costa, uno de los fichajes procedente del Portimonense, formado antes en la cantera de Do Dragao. Otros de los refuerzos son el extremo Pepé (Gremio), el lateral izquierdo Wendell (Bayer Leverkusen) y el central Fabio Cardoso (Santa Clara). Arriba se fue Marega (Al Hilal), pero el español Toni Martínez ha emergido con fuerza y suma tres goles en este inicio de curso, con Taremi como acompañante. Y en la portería se ha producido un cambio de guardia con la entrada del joven Diogo Costa (21 años) en detrimento de Marchesín, primero suplente y ahora lesionado. Ninguno ofrece una fiabilidad entusiasta, como tampoco lo hacen los laterales debido a su irregularidad. Estas carencias comprometen a un equipo vigoroso y compenetrado que buscará con ardor los octavos de final. La estabilidad es su razón de ser.

Estrella: Luis Díaz (24 años)

Milan

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El segundo grande de Europa, el equipo con más títulos (siete) después del Real Madrid, está de vuelta. Se necesitaba al Milan en el torneo tras siete años de ausencia. Su importancia histórica resulta incontestable y trasciende a su limitado poderío actual. El actual equipo no merece el crédito de otro tiempo, pero su retorno ya es de por si una noticia significativa. Regresa tras haber superado mil y una crisis deportivas y económicas que quedaron relegadas el pasado curso, donde soñó durante mucho tiempo incluso con el Scudetto.

Este Milan funciona como un equipo. Es el principal logro de Pioli. El técnico ha construido un bloque con pocas fisuras, valiente en las transiciones y con jugadores jóvenes que destacan por su ambición. Se aguarda a la vuelta a mediados de septiembre de Ibrahimovic, referencia en la rehabilitación del Milan. Por el sueco no termina de pasar los años y se ha consolidado como un líder grupal gracias a su carisma. Giroud ha llegado para darle ciertos relevos, aunque no se excluya la posibilidad de que compartan espacio en el once. En el 1-4-2-3-1 de Pioli, también ha ganado peso Brahim, goleador en el estreno liguero contra la Sampdoria. La salida de Çalhanoglu rumbo al Inter rebaja su competencia. A los lados aparecen el belga Salemaekers y Rafael Leao, con Rebic al acecho, mientras que el doble pivote ahora parece ser para Bennacer y Tonali hasta que se recupere Kessie. Tomori y Kjaer mezclan bien en el centro de la zaga y Calabria y Theo crecen en los laterales, pese a que el ex del Madrid no acaba de frenar sus errores puntuales en algunos momentos del juego. Como se fue Donnarumma (PSG), el Milan tuvo que ir a por Maignan (Lille). A priori, es una buena elección. De cualquier modo, en términos estrictamente futbolísticos, al Milan le queda para aproximarse de nuevo a la élite europea. Le cuesta asumir la iniciativa y su capacidad de reacción durante los partidos es restringida. Tampoco tiene una plantilla larga y esta carencia puede dañar su rendimiento en alguna de las competiciones. Casi es lo de menos. Lo importante ahora es saludar la reaparición del Milan en la Champions.

Estrella: Ibrahimovic (39 años)