El verano soñado de Óscar Gil
El lateral, que cuajó un buen encuentro ante el Villarreal, ha jugado un Europeo-21, debutó con la absoluta, fue plata olímpica y ahora titular en Primera.
A primeros de junio, en la antesala del verano, un cúmulo de lesiones provocó que Óscar Gil acudiera con la Selección Sub-21 al Europeo de Eslovenia. Allí participó, por ejemplo, en el encuentro de semifinales en el que España cayó ante Portugal. Pasaron unos días y el temor por la COVID-19, a consecuencia del positivo de Sergi Busquets, hizo que Luis Enrique lo llamara para jugar un amistoso ante Lituana (4-0) con la absoluta. El cuadro del lateral alincantino luce en la sala Juan Segura Palamores del RCDE Stadium.
No se detuvo ahí su verano soñado. No había hecho nada más que comenzar. Luis de la Fuente lo incluyó también en la lista de los convocados olímpicos y Óscar Gil se consolidó como el lateral derecho titular. De hecho, en la final ante Brasil en Yokohama, el 2-1 definitivo lo causó un error de Jesús Vallejo, central reconvertido a lateral que había sustituido al perico. Ahora, comienza el campeonato como titular en su estreno en Primera. Y el jugador espera realizar una gran temporada y seguir con esta estrella.
"La afición está unida con el equipo"
"Vengo de partidos duros, pero tengo confianza y con el físico bueno. Hasta que me aguante el cuerpo seguiré dándolo todo", comentó Gil, quien destacó ante el Villarreal por su despliegue físico que le convirtió sin duda en uno de los jugadores con más kilómetros, ya fuera intentando tapar las internadas de Alberto Moreno como centrando al área desde la línea de fondo rival.
El futbolista valoró el punto y lo calificó de "bueno", pero declaró que el equipo se marchó con un sabor "amargo" porque tuvieron la victoria en la mano. "Pudimos ganar, tuvimos muchas ocasiones claras para ello y también ese larguero final de Embarba". El jugador reconoce que al equipo se le está resistiendo la victoria y que "con esa mentalidad" iremos a Mallorca.
También quiso destacar la presencia de público. Aterrizado el curso pasado, era el primer encuentro con espectadores de Óscar Gil con la camiseta del Espanyol. Y al jugador no le pasó desapercibido la química con los hinchas: "No me lo podía imaginar. Era poca gente en comparación con la capacidad del estadio, pero me gustó: la afición está unida al equipo".