Pedrosa pone el turbo
El lateral izquierdo, quien acaba contrato en 2023, ha pasado de estar en el mercado a ver como el club no quiere que salga. El jugador fue el mejor en Pamplona.
Sobre el césped de El Sadar, por fin con el ruido de los aficionados en las gradas, un torpedo se propulsó por el ataque izquierdo del Espanyol. Adrià Pedrosa completó un extraordinario encuentro, quizás el jugador más destacado de los blanquiazules. El de Gavà se mostró ganador en numerosos duelos defensivos, atento en todo momento, e incisivo en ataque, aprovechando su velocidad y facilidad para identificar los espacios en conducción. El lateral, sólido el curso pasado, empieza a alcanzar la madurez.
El futbolista afronta un año clave primero con la incertidumbre sobre su futuro casi resuelta. Aunque ha entrado todo el verano en las quinielas de una posible venta del club para liberar el límite salarial (expresado incluso por Francisco Rufete), el nuevo fondo que le ha dado músculo financiero inmediato a los clubes ha hecho cambiar las tornas. Ya no es una prioridad su venta, por lo que la dirección deportiva será inflexible. El jugador, eso sí, finaliza contrato en 2023 y a diferencia de Javi Puado o Nico Melamed, quienes renovaron, nadie de la dirección deportiva ha tratado aún su futuro.
Dejando a un lado los despachos, Pedrosa afronta su año de reválida después de una trayectoria llena de momentos brillantes y otros menos, propios de cualquier jugador en proceso de formación. Después de su explosivo debut en la campaña 2018-19, pasó por un año gris como el resto del equipo el curso siguiente (el europeo y el del descenso); y se redimió en Segunda cuajando una notable campaña. Pedrosa sabe que este año es el de su consolidación. Cuenta para ello con la confianza de Vicente Moreno.
A sus 23 años, el lateral izquierdo suma 90 partidos oficiales entre Primera, Segunda, Europa Legaue, Copa del Rey y la Selección Sub-21 en tres años, por lo que ya acumula también una experiencia que especialmente le ha ayudado a ser más sólido defensivamente, como se percibió en Pamplona.
Números que le avalan en El Sadar
Pedrosa recuperó siete balones, ganó dos de los tres uno contra uno y defendió sin fisuras el área. Aspectos defensivos que ha ido incorporando con el paso de los partidos, donde ha ganado astucia y saber tomar las decisiones adecuadas. El futbolista se ha visto ayudado también por el funcionamiento colectivo del Espanyol, un equipo más solidario que en 2019-20, con un Leandro Cabrera corrector en ese costado izquierdo.
Pero fue con el balón donde el jugador mostró de nuevo sus virtudes. Sigue siendo el Espanyol un conjunto asimétrico, que se estira más por el costado izquierdo. Pedrosa generó una ocasión de gol en la que Adrián Embarba disparó centrado y fue incisivo por su costado. Obviamente también perdió más balones que Óscar Gil, obligado en ocasiones a dar el último pase. Un jugador multiusos que quiere ganar protagonismo a no ser que el mercado vire 180 grados. De momento, Pedrosa mete el turbo.