Las Palmas arrincona a Cristian Cedrés
Miguel Ángel Ramírez anunció este mediodía que le han pedido que se marche cedido. Las presiones no cesan. Le quedan dos años más de contrato.
A doce días del cierre mercado, ni mucho menos tiene Las Palmas cerrada su plantilla. Ni aunque llegara Jonathan Viera. Toca aligerar la nómina de futbolistas, y un nombre vuelve a saltar a la palestra: Cristian Cedrés. Ocurre que el extremo grancanario, con un fecundo pasado en la cantera del Real Madrid, ha sido invitado a abandonar la entidad.
“Queremos que salga cedido. Que se recupere bien para que pueda volver. Es una salida segura”, dijo este mediodía Miguel Ángel Ramírez en UD Radio, la emisora oficial del club. Tampoco descartó la rescisión. La historia viene de atrás, antes incluso de la pretemporada. Y es que las presiones no cesan. Ocurre que la semana pasada, en días consecutivos, el propio Luis Helguera, el director deportivo de Las Palmas, le comunicó al futbolista que la entidad contaba con él, para 24 horas después negarle la mayor y proceder a ‘invitarle’ a que abandonara el club.
El club argumenta que el pibe necesita recuperarse de la rotura del ligamento cruzado anterior que sufrió en diciembre del año pasado en Vallecas, entendiendo además que no sería bueno quedarse en el equipo para no jugar. En este sentido, le ofrecieron irse incluso cedido a la UD Tamaraceite, que milita en la 2ª RFEF, club vecino. “Allí podrás jugar por lo menos 30 partidos y recuperarte bien. Creemos que es la mejor opción para ti”, le espetó Luis Helguera según testigos presenciales de la vida diaria de la Ciudad Deportiva de Barranco Seco.
De momento, no existe acuerdo entre el agente de Cedrés, Pedro Bravo, y la propia Unión Deportiva. Las Palmas insiste que salga cedido, pero desde la parte contraria se opta por abonar los dos años de contrato que le restan al jugador y ser el quién elija, libre de cargas, su futuro profesional.
Denuncia.
Al igual que la temporada pasada, Las Palmas amenaza con dejar sin ficha al jugador. En tal caso, si antes del 31 de agosto no se resuelve la situación de Cedrés, la UD se expone a una denuncia, pues tampoco es que se pueda dejar a un jugador sin ficha por capricho o motivos deportivos sin que median razones sanitarias o de índole mayor. Así, el año pasado, tras algunas amenazas veladas, se le otorgó la misma a pocos minutos de cerrarse el mercado. “La Dirección Deportiva ya sabe que para mí es una obsesión poder contar con él”, dijo Pepe Mel semanas antes.
Las presiones, en cualquier caso, no cesan. De momento, en las últimas semanas no hay ni rastro del arduo proceso de recuperación que el grancanario lleva a cabo en las entrañas de la Ciudad Deportiva de Las Palmas, donde estos días apenas ha podido ejercitarse sobre el césped a horas intempestivas del mediodía, cuando más aprieta la ola de calor en la que está inmersa media España. Una situación que también se repitió el curso pasado. Incluso, hay días en los que se le conmina a ejercitarse a las 8.00 horas para no coincidir sobre el césped con el resto del equipo, que suele estar citado sobre las 9.00-9.30 horas.
El dorsal también ha sido motivo de conflicto en el arrinconamiento del atacante. El propio Cedrés quiso dejar el 22 para pasar a usar el 19, pero Helguera le dio este dorsal a Sadiku. Por si caso, el propio director deportivo conminó a Mfulu, que quería el 25, a que luciera el 22. De momento quedan libres el 25 y el 21, más que reservado a Jonathan Viera.