El Madrid pincha en Brasil
El club blanco pagó 4M€ por las promesas brasileñas Augusto Galván y Rodrigo Rodrigues pero ahora no sabe qué hacer con ellos. Encadenan cesiones y en el filial no tienen hueco...
El Real Madrid eligió hace cinco años que el mercado brasileño iba a ser su gran caladero de fichajes jóvenes pero no siempre le ha salido bien. Vinicius y Rodrygo se han asentado en la primera plantilla blanca mientras que Reinier está sufriendo en su adaptación al fútbol europeo durante su cesión en el Borussia Dortmund. Pero no fueron los únicos. La entidad blanca firmó en 2017 y 2018 dos promesas brasileñas con las que ahora no sabe qué hacer... Por el mediapunta Augusto Galván (22 años) pagó tres millones de euros y esta temporada encadenará su tercera cesión lejos de Valdebebas. La misma solución, colocarlo en otro destino mediante un préstamo, que ha tenido que tomar con el delantero Rodrigo Rodrigues (21) por el que pagó en su momento 1M€. El Madrid apostó y la apuesta no ha salido bien.
Marcelo, Casemiro, Vini, Rodrygo, Militao... el vestuario blanco es brazuca y esa la orientación que le gusta al Madrid. Porque el hombre que decide los fichajes se crió en Brasil, Juni Calafat y su red en el mercado sudamericano lleva años extendida. Por Vinicius, Rodrygo y Reinier convenció al club de gastar 115M€ en esas tres joyas que aún no habían cumplido siquiera la mayoría de edad, pero Calafat también completó dos fichajes de perfil más bajo.
El de Augusto fue, eso sí, de mucho riesgo. Un talento reconocido, pero con una situación compleja con el Sao Paulo y que llevaba, además, más de un año sin jugar. El Madrid abonó 3M€ para traérselo pero en Valdebebas nunca destacó. El Madrid le encontró primero acomodo en la Cultural Leonesa, donde sufrió una aparatosa lesión en un hombro, y la campaña pasada en un club amigo, Las Rozas. Ahora ha permitido que regrese a Brasil con intención de recuperar el vuelo. El Santos le ha dado una oportunidad y el pasado lunes confirmó que jugará allí hasta junio de 2022. Tres cesiones en tres años.
Rodrigo tuvo una mejor proyección en La Fábrica blanca, a dónde arribó desde el Novorizontino tras ser descubierto por el Madrid en un Mundialito de Clubes Juvenil. Tal fue la confianza del Madrid que le firmó seis temporadas. Pese a eso, su fútbol no fue diferencial y una grave lesión de rodilla le situó detrás de futbolistas con más futuro, a ojos del club, como Marvin, Peter Federico, Hugo Vallejo... Siendo Juvenil blanco le hizo un gol ronaldiano al Barça en el MiniEstadi pero fue algo fugaz. La temporada en el Talavera, en Segunda B y como rival por cierto del Castilla de Raúl, fue titular pero se quedó en tres dianas. Aun así el club cerámico quedó satisfecho con él y dado que el Madrid no estaba interesado en su regreso, ha acordado otra temporada de cesión allí. Tiene contrato como madridista hasta 2023 con un generoso sueldo.
A la búsqueda de un campanazo
En el club no preocupan en exceso situaciones como las de Augusto y Rodrigo. Se entiende en las altas instancias que si se quiere fichar jóvenes prometedores hay que asumir que a veces la moneda puede caer en cruz porque el rédito, cuando se acierta, compensa todo lo demás. La entidad calcula que de cada cuatro fichajes de jugadores menores de 20 años, apenas uno llegará a triunfar. Pasó hace cinco años cuando el Madrid gastó casi en paralelo 5 millones de euros por Fede Valverde y otros 5M€ por el Sergio Díaz, el Kun paraguayo que acumula desde entonces cuatro cesiones (Lugo, Corinthians, Cerro y América de México) sin rumbo. El Madrid no abandona Brasil.