Balas de fogueo en La Cerámica

El Villarreal y Granada empatan sin goles en un partido muy entretenido en el que Foyth acabó siendo expulsado. Dia, Gerard y Molina tuvieron buenas ocasiones.

Actualizado a 16 de agosto de 2021 22:04 CEST

El Villarreal no ha ganado nunca en Primera en el partido inicial de la temporada en casa. Y esta vez, aunque esperaba la excepción que confirmase la regla, no hizo más que agrandar el gafe. Seguramente mereció mejor suerte, aunque simplemente fuera por sus atrevidas intenciones, pero la élite premia con bastante más frecuencia la puntería. Si el Chelsea le dejó hace unos días orgulloso y sin copa, esta vez el Granada le dejó frustrado, sin los tres puntos y con el susto en el cuerpo con un zarpazo de Molina. Gerard mostró detalles y Dia, hambre. Pero no fue suficiente. Alcácer, desde el banquillo, resopló al no haber sido ninguno de los cinco cambios.

El primer tiempo, sobre todo, se disputó con un ritmo impropio de agosto. El Villarreal, con más automatismos y menos cambios, fue superando poco a poco al Granada del debutante Robert Moreno. Lo hizo a base de una presión bien coordinada por Capoue y de mucha paciencia en busca de agujeros. Y, cómo no, lo logró aferrándose a una pareja de ataque que anuncia noches de gloria. Gerard ha encontrado en Dia a su pareja perfecta. Llevan dos partidos oficiales juntos y parece que se hicieron amigos en la mili. Gerard regaló dos grandes asistencias y el franco-senegalés, las mejores ocasiones (19’ y 34’). Sólo Luis Suárez se dio cuenta hasta ese momento de que en la portería del Submarino volvió Rulli tras su baja por el maldito virus.

El Granada vivía del empaque de Gonalons. Y le costó un mundo mostrar ese nuevo estilo que predica. Puertas y Machís parecieron laterales. Y la suplencia inesperada de Bacca le restó mordiente. Por eso salió después del intermedio. El Submarino demostró en la Supercopa que ha cargado bien las pilas en pretemporada. Pero ni los cambios le dieron alas. El esfuerzo de aquella prórroga el pasado miércoles pasó factura. Normal que mandara sin pegar. Trigueros tuvo una y más bien despejó. Después, pese a las energías renovadas, fue el Granada el que pudo llevarse el partido. A Rullí le gusta su nuevo papel del salvador y reapareció con la capa. Con Foyth expulsado en el 82’, el Villarreal tembló mientras Gerard seguía amenazando. Al final suspiró y dejó en el aire una realidad: es cierto que cuando vuelvan Pau, Parejo y Chukwueze, el Villarreal será otra cosa, pero no vendría mal una última compra. Con colmillo y con olfato.