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LEGANÉS 2 - R.MAJADAHONDA 1

El Leganés se estrena entre bostezos y fogonazos canteranos

La actuación de los chavales fue lo más llamativo de un triunfo (2-1) que sentenció en apenas un cuarto de hora. Marcaron Sabin y Juan Muñoz. Palencia se fue lesionado.

El Leganés se estrena entre bostezos y fogonazos canteranos
Juan AguadoDiario AS

El Leganés se estrenó en pretemporada con un triunfo de narrativa corta. Tan corta como el cuarto de hora que tardó en marcar los dos goles con los que sentenció el choque. Sabin Merino (1-0) y Juan Muñoz (2-0) descorcharon las esperanzas de ver algo más que un partido de pretemporada. Error. El bochorno, las rotaciones y el exceso de fatiga hizo del espectáculo, espejismo. Sólo los chispazos canteranos de Rubio, Cisse o Diego García dibujaron emoción en lugar de bostezos en las caras del medio centenar de espectadores que asistió al partido. Rubén Sánchez puso el gol del Rayo Majadahonda, como el Lega, un equipo con todo por hacer en este periodo de experimentos y probaturas.

Desplegó para comenzar el Leganés un inicio vigoroso. Como queriendo sacar pecho por diferencia de categoría ante un rival al que se le notó desenchufado. Quizá fue el calor (35 gradazos). Quizá fue cosa de motivación local. Porque volvían los pepineros (más pepineros que nunca: lucieron su zamarra mimetizada con la hortaliza) a jugar con público por segunda vez en año y medio.

La última sucedió en el partido oficial con el que cerraron la temporada. Ante otro Rayo (Vallecano) y con resultado doloroso: la eliminación del playoff de ascenso. Esta vez, 52 días después, en un escenario menos oficial (la ID Butarque) también marcó pronto el Lega. Estrenó el marcador Sabin Merino de cabeza tras una buena jugada de Rubio (min 8). Su centro iba envuelto en caramelo. Fue el lateral canterano de lo mejor en un primer acto con alineación sin fichajes y con sólo tres de los hombres que jugaron en aquella derrota frente a La Franja. A saber: Riesgo, Avilés y Juan Muñoz.

Rotaciones con suplentes del curso pretérito y mucho canterano. Otro chico del filial, Cisse, también destacó en la medular el escaso cuarto de hora que le duró el oxígeno al Leganés. Frontera del esfuerzo que delimitó el 2-0 (Juan Muñoz, min 14) hasta convertir lo que restaba de primer tiempo en un precipicio de ritmo, fútbol y ocasiones. Todo cuesta abajo. Todo abrupto.

La dictadura del bostezo

Sólo el gol de Rubén Sánchez en el segundo acercamiento del Rayo ( buen cabezazo, min 24) inyectó algo de emoción a un duelo que murió al descanso sofocado por el calor. Tanto es así, que hubo cuatro minutos de tiempo para refrescarse y apenas uno de añadido. Sobraba jugar. Faltaba oxígeno.

Carencia de aire que no condicionó los cambios del Leganés. Repitieron todos para reiniciar el partido. No sucedió igual en un Rayo que mutó de arriba abajo su once para dibujar un equipo más endeble que sufrió en la reanudación ante los revitalizados locales. Diego García en un reverso ‘zinadiano’ dejó el detalle con más quilates de la segunda mitad, insuficiente para alcanzar el gol en la única clara que tuvo el chaval. Pese a ello, de nuevo la cantera destacando en el secarral futbolero que siguió siendo el partido hasta los últimos estertores.

Llegado el 65’, Garitano mutó todo el equipo (los titulares jugaron una hora), dio entrada a Palencia y Doukouré como únicos fichajes disponibles (Quintillá estaba tocado) y reformuló un equipo que bien podría iniciar en Liga en defensa y medular. Atrás precisamente llegó la peor noticia del partido cuando Palencia tuvo que retirarse con molestias apenas ocho minutos después de entrar.