Koeman recupera el manual
El técnico blaugrana ha apostado en los dos partidos de pretemporada por el 4-3-3 y ha archivado el sistema de tres centrales como le pidió Laporta.
El Barcelona de Koeman vuelve a ser un equipo reconocible para los guardianes del estilo tradicional del Barcelona. A pesar de que sólo se han disputado dos encuentros y que el técnico sigue sin tener a su disposición a todos los efectivos, parece que hay cosas que han quedado claras. Una de ellas es el retorno al manual tradicional de la apuesta por el dibujo 4-3-3 de inicio.
La temporada pasada el Barça empezó jugando con cuatro zagueros, pero la debilidad defensiva que exhibió el equipo que le costó muchos puntos al inicio de curso llevó al entrenador holandés a proteger más a Ter Stegen con tres centrales y dos carrileros.
Como el Barcelona es un equipo de debate constante, este cambio de esquema generó cierta polémica entre la afición e incluso después de las lecciones, Laporta dejó entrever que la idea que tenía para su mandato era la de que el primer equipo jugara un fútbol más ofensivo.
Fue la época en la que el Barça, después de haber ganado la Copa del Rey dejó escapar LaLiga en un lamentable final de temporada que generó muchas dudas en el palco sobre la continuidad del holandés. Para Laporta no era de recibo perder en casa contra el Granada un partido fundamental (si el Barcelona ganaba pasaba a depender de si mismo para proclamarse campeón tras haber tenido 12 puntos de desventaja respecto al Atlético de Madrid) y acabar jugando con cinco defensas.
Así se lo expresó el presidente al técnico en el curso de unas semanas muy tensas que tuvieron su punto culminante en una comida en la que Laporta le pidió un estilo de juego más acorde a la tradición del club y ya luego más contundentemente cuando el máximo mandatario le manifestó al técnico que desde la secretaría técnica se estaban mirando opciones para sustituirle y que sólo seguiría si no encontraban un candidato adecuado.
Guardiola, que era "el sueño húmedo" del presidente, como el mismo reconoció, declinó regresar al Barça y Xavi no acabó de convencer, por lo que Koeman tomó las riendas de su segundo proyecto.
En los dos partidos que ha dirigido hasta el momento, el sistema ha vuelto al 4-3-3 y se ha mantenido un pivote defensivo al tiempo que se ha vuelto a abrir el campo con extremos. Puede ser pronto para sacar conclusiones, pero la idea es la de recuperar un manual que parecía olvidado y que Laporta como muchos aficionados echaba de menos más allá de los resultados.