NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

REAL MADRID

Gerrard, el alma del Rangers

La leyenda del Liverpool hizo ganar al club escocés su primera liga en diez años sin perder un solo partido. Es el primer y único candidato para suceder a Klopp.

Madrid
Gerrard, durante un Celtic-Rangers.
Action Images via Reuters

En un Rangers de tradición local que se abre cada día más al mundo (12 de los 32 integrantes de su primera plantilla no tienen alguna de las nacionalidades del Reino Unido), la dirección del club se apoyó en un ejemplo de grandeza británica para recuperar la gloria perdida con el descenso a Cuarta División de 2012: Steven Gerrard. Todo un emblema del Liverpool y de la selección inglesa, aunque con la sensibilidad norteña ideal para encajar en la idiosincrasia de la entidad de Glasgow.

Consumado el ascenso a Primera en 2016, el club lamentó un par de experiencias mejorables en el banquillo (sobre todo la del portugués Pedro Caixinha, que apenas duró de marzo a octubre de 2017) y en el verano de 2018 apuntó alto con Gerrard. "Es un líder y un ganador, sabe lo que hace falta para ganar. Cuando me mencionaron su nombre como una opción, fue bastante emocionante. Desde la primera vez que hablamos y me explicó su visión, supe que iba a ser fantástico para este club", relataba Dave King, el entonces presidente.

En sus dos primeras temporadas, la 2018-19 y la 2019-20, acortó las distancias con el Celtic y por el camino fue poniendo los cimientos de su proyecto, sobre todo con futbolistas de la casa y también con algunas incorporaciones de peso; como los croatas Barisic y Katic, el sueco Helander, el rumano Hagi, el jamaicano Roofe y, sobre todo, Ryan Kent, prometedor canterano del Liverpool al que Gerrard ya conocía de su etapa entrenando en el fútbol base del club del río Mersey y al que logró sacar de allí pagando más de siete millones de euros, récord en el Rangers posdescenso.

Gerrard, entrenador del Rangers.
Ampliar
Gerrard, entrenador del Rangers.AFP

El plan cristalizó en la 2020-21 con una tormenta perfecta que evitó el décimo título de liga consecutivo para el Celtic: el Rangers de Gerrard arrasó tanto en la temporada regular (89 puntos en 33 partidos) como en el playoff por el título (sumó 13 puntos de 15). Finalizó el curso con 102 puntos en 38 envites, con 32 victorias y seis empates; nadie pudo vencer a los pupilos de Mr. Liverpool.

Su desempeño al frente del cuadro escocés no pasa inadvertido en Inglaterra; en 2019, el Newcastle intentó captarle para reemplazar a Rafa Benítez, una opción que Gerrard rechazó. Le quedaba y le sigue quedando trabajo por hacer en el Rangers y, además, su futuro parece marcado en rojo: es un secreto a voces que es la primera opción del Liverpool cuando Klopp se marche en 2024 (ya ha anunciado que se tomará entonces un año sabático). Su excompañero Jerzy Dudek, también ex del Madrid, lo tiene claro: "Todo el mundo sabe que, tarde o temprano, el gran capitán volverá. Es el candidato, el único y verdadero candidato".

Gerrard y el Madrid, dos veces cerca

Gerrard no es, por poco, miembro del selecto grupo de los One Club Men; sus dos temporadas en Los Ángeles Galaxy pusieron fin a 17 años jugando con el primer equipo del Liverpool. Aunque su relación con los reds no siempre fue idílica y en ello tuvo mucho que ver el insistente interés del Madrid en hacerse con sus servicios. Dos veces le pasó el tren blanco por su puerta y dos veces prefirió no subirse.

En la primera ocasión, en 2005, el Liverpool llegó a anunciar en su web que Gerrard había pedido el traspaso, con el jugador en Ibiza a la espera de que las negociaciones cristalizasen; las pretensiones del club británico (45 millones más De la Red, Arbeloa y Javi García) tensaron la cuerda demasiado y terminó renovando días después, hasta 2009. En ese año, Florentino repitió el ataque, de nuevo sin éxito. "Cuando el Madrid se interesa por ti, es halagador. No sé si algún día me arrepentiré de no haber cambiado de aires...", contaba en 2014 sobre su traspaso frustrado.