El Athletic se luce ante Haaland
Gran partido de los leones en el cierre de su concentración suiza ante un Dortmund en el que se estrenó esta pretemporada el crack noruego. Marcaron Raúl García, de penalti, y Vivian.
Jugar ante el Dortmund es enfrentarse a Haaland, por mucho que dé para pensar que algo más tendrá este clásico que viste de amarillo y que se ha pasado media vida haciendo la puñeta al todopoderoso Bayern de Múnich. Es como enfrentarse al PSG de Mbappé. Estrellas que están por encima de los equipos. Salió un muchacho en un córner a abrazarle y pedirle un autógrafo; se lo estampó pacientemente en su camiseta. Y más tarde, cuando ya no estaba en el campo, otro espontáneo correteó por el verde. Parecían los Sanfermines.
Pues bien, el Athletic, que sigue creciendo como la espuma, restó foco al fenómeno noruego del Borussia y dejó una imagen fabulosa de solidez. Su control de partido fue absoluto. Vivió en el área rival y generó mucho, aunque en la primera parte ese torrente de fútbol no se tradujo en ocasiones claras ante el meta rival, que apenas tuvo que sudar. Ese es el problema eterno de este equipo. Al final, tuvieron que ser un penalti del cancerbero del Borussia sobre Villalibre, que anotó casi silbando Raúl García, y una jugada de estrategia de Berenguer hacia Vivian los que condujeron al gol. Segundo triunfo seguido y ante un rival de enorme prestigio, aunque conviene subrayar que este era casi el Dortmund B, pues no contó con las diez estrellas que registró en la Eurocopa. Todo es un poema, porque está lesionados Morey, Zagadou y Coulibaly. Reyna tuvo leves problemas en el muslo durante el calentamiento y descansó por precaución, Gurpuz pasó a la alineación inicial en su lugar. Pero, en fin, se da por bueno y muy bien aprovechado este periplo en Suiza. El equipo sale con la cabeza muy alta, mirando por encima del hombro a sus enemigos. Lo único negativo, la lesión de Yeray, aparentemente en el tendón rotuliano. Se había anunciado un choque de dos horas, una por parte, pero se lo pensaron y se ajustaron al formato tradicional. Ambos ya se enfrentaron por estas tierras, en el mismo escenario, en la campaña 2016-17, con gol de la victoria de Susaeta.
Era el estreno en pretemporada para Haaland, tras llegar a la concentración de su equipo en Bad Rapaz, a 40 kilómetros de donde ha estado enclaustrado el Athletic, Sankt Gallen. Así que todos miraban al Kybunpark. Llegó el delantero de moda diez días más tarde que el resto porque al acabar la temporada pasada jugó dos amistoso con su selección. No había participado en los dos bolos previos, ante el Giessen, de la regional alemana, al que se ganó por 0-2, ni Bochun, con el que cayeron por 1-3. Cierran su corta preparación ante el Bolonia italiano y luego les espera la Copa ante el Wehen. Apenas se le vio al fortísimo ariete nada más allá que colocarse su coleta. Protagonizó una dura batalla, muy noble eso sí, con Núñez, uno de los jugadores más físicos del Athletic que salía como un muñeco de papel cuando le venía al choque el escandinavo. Bajó éste a recibir, trató de ganar la posición ante el central rojiblanco y, eso sí, estuvo en una de las jugadas más claras de la tarde para los germanos, un centro de Reus que no pudo rematar Brandt ni Haaland porque se las ingenió Yeray desde el suelo para sacar la pelota en boca de gol. El gesto le costó una lesión.
El Athletic se plantó muy cómodo en el área del Dortmund tras encadenar buenos pases tanto saliendo desde atrás como desplegándose en rápidas transiciones, lideradas por la zancada kilométrica de Sancet, después de robar. El juego se volcó por el costado de Morcillo, que se estrenó en pretemporada, más los Williams. A nivel de organización y de agresividad, la cosa marcha. Y la segunda parte, en el tramo final bajo el diluvio, aún fue más notable. Subió un punto el equipo su velocidad y la pelota corría por las botas de todos. Si el Athletic era serio al inicio, esta vez parecía estar ya plantado en plena Liga. Y de eso se trataba. Se endureció y todo el choque, con una lesión de Wolf en una jugada en la que Vivian fue a por todas en una zona inofensiva.
Marcelino puso dos equipos en ambos periodos, con la salvedad de que Serrano y Nico Williams tuvieron que distribuirse la primera parte. Hay jugadores que se quieren sumar a la causa. Núñez, por ejemplo, muy activo en los saques de esquina al inicio. O Vivian, que parece que lleva mil años en esto. ¡Gracias Mirandés por semejante impulso! O Sancet y Nico Williams, veloces en las transiciones. Oihan es un espectáculo a campo abierto. Cada vez quiere tener más protagonismo. Raúl anotó en el 50, rasito y por el centro, tras penalti de Burki sobre Villalibre, saliendo a por uvas y dándole un buen puñetazo en la cara. Cuatro minutos más tarde pudo empatar Tigges, tras recibir en fuera de juego pero habilitado por venir de un defensa. Fue la mejor oportunidad de los amarillos, pero se la adivinó Agirrezabala. Instantes de locura, ya que en el 57 sacó muy dulce una falta Berenguer y la zaga se la comió. No lo aprovechó Iñigo Martínez en primera instancia pero sí Vivian al segundo palo. Luego este pegó un sartenazo a Wolf, que tuvo que marcharse a vestuarios antes de tiempo. También acabó lesionado Bynoe-Gittens.
Y pudo llegar el tercero en el 70, al filtrar un gran pase Muniain. Otra vez cantó la defensa y el balón de Berenguer a un lateral e la meta lo negó Burki en el mano a mano sacando un pie como el inspector Gadget. El Athletic estuvo muy coordinado y generoso, incisivo desfilando a campo rival en busca de la pelota. La tarde suiza fue diciendo adiós con una jugada de mago de Vencedor, sacándose con un reverso a dos defensores de encima. El equipo de Champions pareció esta vez el Athletic. Pero el Dortmund seguro que es otro cuando venga lo bueno. Este Borussia ya sin Sancho (en el United) pero con Kamara (del PSG), más otras estrellas que hoy vieron los toros desde la barrera.