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ATLÉTICO TORDESILLAS 1 - REAL VALLADOLID 9

El Pucela golea en el primer amistoso de la 'era Pacheta'

El Real Valladolid endosó nueve goles al Atlético Tordesillas, rival con menos rodaje y que milita tres escalones por debajo.

Valladolid
El Pucela golea en el primer amistoso de la 'era Pacheta'
PHOTOGENIC/PABLO REQUEJO

El Real Valladolid goleó al Atlético Tordesillas por 1-9 en el primer amistoso de la 'era Pacheta', en un partido que sirvió para esgrimir pocas conclusiones, aunque a la vez valió para percibir un esbozo de lo que el técnico burgalés quiere de su equipo. El conjunto vallisoletano se midió a un rival que milita tres escalones por debajo, y que dio cuenta de su lógico menor nivel y de un ritmo menor en lo que para ellos también era el estreno en pretemporada.

El Pucela sorprendió en los primeros segundos creando la primera ocasión, al alimón entre Weissman y Óscar Plano, aunque el segundo estaba en fuera de juego cuando disparó. Tras esta intentona, como cabía esperar, los blanquivioletas (esta vez morados) comenzaron a disponer del balón para sí, aunque se encontraron con una buena organización del Tordesillas, ya fuera amenazando arriba o en bloque bajo.

Las primeras indicaciones técnicas claras fueron para Roque Mesa en fase de salida, en la que se incrustaba entre centrales hasta el punto de que, si uno de estos progresaba, Pacheta le animaba a mantener la posición. Junto a ello, destacaba el modo que tenía de cargar el equipo en posiciones interiores, tratando de activar a un incisivo Weissman, que, en la presión y en el remate, provocó algún tímido problema a Farolo en el primer cuarto de hora.

Así, con protagonismo de los dos mencionados, llegó el 0-1. Roque Mesa tocó y tocó hasta que vio cómo el israelí picaba al espacio. Se la dio allí, aunque Weissman prefirió no rematar, sino dársela a Nacho, que se proyectó en ataque y definió bien dentro del área. Poco después, el mismo lateral volvió a aparecer en posiciones ofensivas, pero su centro-chut se perdió por la línea de fondo sin que Weissman pudiera remachar.

Superado el ecuador del primer tiempo, apagado el primer brío rojiblanco, el Real Valladolid se veía superior. En otra progresión interior, en la que Kiko Olivas se animó a salir de atrás, los pucelanos tocaron rápido con verticalidad hasta encontrar a Óscar Plano, que trazó una pared que él mismo acabaría convirtiendo en el 0-2 con un fuerte disparo dentro del área. Acto seguido, después de que le cayera en la frontal un rechazo de un saque de esquina, Aguado ajustó un tiro al palo un tiro para poner más tierra de por medio.

Nada más salir al tapiz, tras la pausa para la hidratación, Doncel apareció en tres cuartos de campo, en el pasillo interior, para combinar en lo que sería el cuarto gol, obra de Kuki Zalazar, que ajustició al guardameta dentro de sus dominios. De nuevo por el costado izquierdo, entre Moi y Doncel, excompañeros en la Ponferradina, generaron una nueva ocasión para Weissman, que no perdonó y completó la 'manita'.

Justo antes del entretiempo, llegó la primera intentona del Atlético Tordesillas, en las botas del canterano blanquivioleta Miguel Yuste. Aprovechando el extraño que el balón le hizo a Corral, se plantó frente a Roberto, aunque no pudo superarle. Sí lo hizo Miguel al borde del descanso, llegando desde atrás para culminar una jugada por banda derecha cuando el Pucela ya aguardaba el silbido del colegiado.

De los futbolistas que acabaron la primera parte sobre el verde, Pacheta mantuvo únicamente a Doncel, colocando un once completamente distinto al que había salido de inicio, tal y como cabía esperar. Algo parecido hizo el Tordesillas, que siguió sufriendo el dominio visitante. En una subida por el costado, tónica bastante habitual en los laterales, Olaza sufrió un penalti que él mismo materializó, antes de que se llegase a la hora de juego.

Por su lado izquierdo llegaría la jugada previa al séptimo. Guardiola cayó hacia ese costado, se apoyó en el uruguayo, que se la cedió de nuevo, y el balear puso un centro pasado que tocó Víctor García hacia el punto de penalti. Marcos André, libre de marca, remató a gol. Era tan abultado el resultado que lo restante era una faena de aliño para los de Pacheta, que volvieron a ver puerta a la salida de un córner por mediación de Bruno.

En general, sirvió el partido para sacar pocas conclusiones, sensación que si bien suele suceder en estos casos, fue más acuciante al tratarse el rival de un equipo de Tercera Federación y con menos rodaje que los blanquivioletas. Antes del final, un zurriagazo de Olaza en una falta directa se convirtió en el 1-9 con el que el Real Valladolid dio carpetazo al primer triunfo de la 'era Pacheta'.