El doblete de Correa, un premio al trabajo
El argentino pone el broche de oro a la mejor temporada de su carrera. Ganar la Copa América es el premio a una campaña espectacular donde ha sido un jugador clave para la Liga del Atlético de Madrid.
Ángel Correa ha firmado una campaña que será difícil de superar, pues está al alcance de muy pocos futbolistas ganar, en la misma temporada, una liga y un torneo de selecciones, en este caso la Copa América. Pero este éxito no es casualidad, ganar con Argentina es la recompensa a un año donde ha trabajado muy duro y ha brillado cuando el equipo más lo necesitaba.
Los datos de 10 del Atlético de Madrid hablan por sí mismos: ha jugado en todos los partidos, de todas las competiciones que ha disputado el equipo. En LaLiga ha sido 29 veces titular y 9 suplente. En Champions League 5 titular y 3 suplente. Y en Copa del Rey 2 veces titular (los dos únicos partidos que jugó el Atlético de Madrid).
Un total de 3.048 minutos en 48 partidos, lo que le convierte en el sexto jugador que más minutos ha jugado (solo por detrás de Oblak, Savic, Koke, Llorente y Trippier) y el que más partidos ha jugado, dos más que Oblak.
Estos números hablan de la confianza plena que tiene Simeone en Ángel Correa, un jugador que siempre ha respondido cuando ha salido al campo: 9 goles y 8 asistencias en LaLiga, 2 asistencias en Champions League y una en Copa del Rey. Estamos hablando de sus mejores registros desde que llegó al club rojiblanco. A lo que hay que sumar que tan solo ha recibido 3 amarillas en los 48 partidos, lo que le ha permitido poder jugar todo sin que ninguna sanción por acumulación se lo impidiera.
La temporada de Correa ha seguido una línea ascendente, desde el principio ha competido por un puesto en la delantera, buscando ser el mejor complemento para Luis Suárez. En el primer tramo de la temporada sus actuaciones fueron más irregulares, al igual que sus titularidades, coincidiendo con el buen estado de forma de Joao Félix, con quién competía por un hueco en el once. A partir del mes de enero, Correa empezó a encontrar su sitio en el esquema de Simeone, ya que Joao Félix encadenó una lesión con el coronavirus y le costó recuperar su estado de forma, lo que le dio la titularidad al argentino.
Entre los meses de febrero y abril, Correa fue muy criticado por la afición, ya que su acierto de cara al gol era nulo y eso hizo que el Atlético de Madrid perdiera puntos importantes, como los empates ante Levante y Betis, que habrían sido victorias si hubiera estado más fino de cara a puerta. Esos malos momentos le hicieron sacar su garra y llegó al tramo final de temporada más enchufado que ninguno del equipo.
En los últimos ocho partidos de Liga, Correa marcó 5 goles y dio una asistencia, era titular indiscutible y había dejado a Joao Félix como suplente de lujo. Entre esos 5 goles está en la memoria de todos los colchoneros el empate a uno en Valladolid. Cuando el Atlético más necesitaba el gol, apareció Angelito para hacer una jugada maradoniana en la frontal del área que acabó con el balón en la red de un punterazo, al más puro estilo fútbol sala.
El Atlético de Madrid fue campeón gracias, en parte, al gran trabajo y entrega de Ángel Correa, lo que le abrió las puertas de la selección argentina para disputar la Copa América, era el premio a una magnífica temporada. Su participación en el torneo con la ambiceleste ha sido muy discreta, apenas 90 minutos en toda la competición, pero es cierto que la competencia y el desarrollo de los partidos fueron un factor clave para que fuera complicado tener minutos. Pero eso no quita que sea uno más de los jugadores que han devuelto a Argentina la alegría de levantar una copa 28 años después. La guinda a una temporada de ensueño para el delantero del Atlético de Madrid.
Otros rojiblancos como Trippier o Lodi se han quedado a las puertas de un doblete histórico, lo que pone en valor lo complicado que es ganar en la misma temporada un título con tu club y otro con la selección. Trippier se quedó a un penalti de conseguir la Eurocopa y Lodi se enfrentó a Correa en la final por la Copa América, de donde solo podía salir un atlético campeón.