La UEFA tumba la oficialidad de la selección de Euskadi
La Federación Vasca cursó solicitudes ante el organismo europeo y la FIFA y ha recibido con amargura la negativa. Le argumentan que no reúne los requisitos para la admisión como miembros de pleno derecho.
Horas antes de celebrarse la final de la Eurocopa en Wembley, el Comité Ejecutivo de la UEFA volvió a sepultar las remotas esperanzas que le quedaban a la Federación Vasca de Fútbol por alcanzar la oficialidad de la selección de Euskadi. El máximo órgano de gobierno del fútbol continental decidió rechazar de forma unánime la petición de la FVF de integrarse como miembro de pleno derecho, una solicitud que el ente cursó el pasado 15 de diciembre en Nyon cuando Elustondo estaba al frente del mismo. Una acción reprobada por Rubiales, su homólogo de la Española. Repitió ese mismo requerimiento ante la FIFA en Zúrich en una pose más cosmética que otra cosa.
La UEFA remarca que la FVF "pertenece a la Federación Española de Fútbol" y no cumple los criterios de admisión "al no ser un Estado reconocido por la mayoría de la comunidad internacional". Salvo que el TAS revoque la decisión, no existe posibilidad de que la selección vasca dispute competiciones internacionales oficiales, aunque podrá jugar partidos amistosos, como hasta ahora. También cabe la opción de presentar alegaciones complementarias o recursos, sólo con la esperanza de mantener una puerta imaginaria o ensoñadora abierta.
La Federación Vasca está gobernada desde marzo por Javier Landeta. Ya dejó claro tras subir al sillón presidencial que iba a seguir los pasos de su predecesor en el cargo. La FVF, dos años después del mandato de la asamblea de Durango, cumplió con el acuerdo prácticamente unánime del 12 de diciembre de 2018 del órgano soberano (43 votos favorables y una sola abstención de los 44 sufragios emitidos), que instaba a reclamar la oficialidad. Desde la Federación Vasca no tienen constancia de la decisión y cuando les llegue la resolución harán una valoración.
Los políticos vascos han presionado mucho estos años a la FVF para seguir en la pelea. Tras el registro formal de la solicitud de integración el pasado diciembre ante la UEFA y la FIFA, aludieron a la "viabilidad legal y la posibilidad efectiva" de tener un sitio en el fútbol mundial. Un gesto que quedaba bien de cara a la galería pero que ya se intuía que no tendría mucho recorrido. La federación, no obstante, de puertas para dentro ya esperaba este varapalo.