La reválida de Vicente Moreno
El técnico del Espanyol dirige su segunda temporada en Primera después de una experiencia en Mallorca en la que no consiguió la salvación tras el ascenso.
La vuelta del Espanyol a LaLiga Santander esconde múltiples retos personales, de jugadores que se estrenan en la categoría y otros que quieren demostrar que lo que ocurrió hace dos temporadas fue un accidente, y que este es su lugar en el fútbol. También lo será para Vicente Moreno. El técnico perico, a sus 46 años, vivirá su segunda temporada en la máxima categoría después de un debut amargo por el descenso del Mallorca en la temporada 2019-20.
Esta será la décima temporada como entrenador del técnico valenciano, que empezó en los banquillos en la temporada 2011-12 en el Xerez, el club de su vida, en el que logró un ascenso a Primera y fue el capitán durante muchos cursos. "Vinagre", le llamaban, como comentó Dani Pendín en el documental RCDE Inside, ejemplo de la seriedad del ahora entrenador. Ya como jugador, el que fuera mediocentro solamente disputó una temporada en Primera (2009-10) en la que jugó 22 encuentros y no evitó el descenso de su equipo.
Después de su breve paso por el Xerez, donde dirigió 26 encuentros, Moreno tuvo que bajar un escalón para volverse a ganar la posibilidad de entrenar en la división de plata. Con el Nàstic, estuvo dos campañas en Segunda B, categoría en la que ha dirigido en 102 encuentros después en las filas del Mallorca. 170 acumula en Segunda, tanto en Nàstic, como con Mallorca y ahora en el Espanyol, todas esas etapas exitosas cubiertas con dos ascensos y un playoff con el conjunto de Tarragona.
Con el Mallorca, Vicente Moreno afrontó un verano que se asemeja al actual. Sin apenas recursos al ser un presupuesto bajo (esta campaña debido al desbordante límite salarial blanquiazul), el Mallorca tiró de la base de la Segunda y solamente incorporó a Lumor, Febas, Cucho Hernández, Kubo y Pozo como jugadores más representativos. El equipo bermellón peleó toda la temporada en la zona baja y acabó descendiendo dos jornadas antes del final con apenas nueve victorias y seis empates.
Con todo estos antecedentes, para Moreno este curso es una reválida. En primer lugar, para completar un año en la máxima categoría en el que su equipo se mantenga, y en segundo para seguir dando pasos hacia adelante como entrenador después de las grandes sensaciones (y nivel) que ofreció el Espanyol el curso anterior. Para Moreno el año también es trascendental en su carrera deportiva.