La historia de un suceso que hizo llorar a Luis Enrique y a España entera

España y Luis Enrique fueron víctimas de la picardía italiana en el Mundial de Estados Unidos de 1994. Italianos y españoles se cruzaron en cuartos de final de aquella cita mundialista y el desenlace prolongó una larga época en la que España nunca superaba la barrera de cuartos en una fase final de mundial o eurocopa.

Las dudas de la 'azzurra' se enfrentaban a una España ilusionante que vencía días atrás 3-0 a Suiza en octavos, pero los italianos, guiados por un excelso Roberto Baggio, se adelantaron en el marcador del Foxboro de Boston. Acción-reacción supuso el gol para España, que se levantó y comenzó a dominar el encuentro. En los primeros compases de la segunda mitad llegaría el empate de Caminero con el que el combinado español se lanzaba a por la victoria, pero la magia del entonces futbolista de la Juventus volvería a desequilibrar el marcador a favor de los italianos.

Con la selección de Javier Clemente volcada en ataque, llegaría el episodio que marcó el devenir del partido: un centro lateral despejado por la zaga que vestía de azúl. Pero los focos se centran entonces en un futbolista español. Luis Enrique, tendido en el suelo, reclama penalti. Las imágenes repetidas no dejan lugar a dudas: el defensa Mauro Tassotti le ha golpeado con el codo en la cara.

'Lucho', con el tabique nasal roto y el rostro ensangrentado, no se puede creer que el colegiado húngaro Sandor Puhl no señalara penalti ni expulsara a Tassotti. El asturiano, encendido. Sus compañeros, en shock. Nadie se podía creer lo que estaba ocurriendo. Clemente, brazos en jarra. Y una afición que no se imaginaba que fueramos a caer de la forma más cruel posible.

En semifinales, Italia derrotaría a una débil Bulgaria antes de ceder el título mundialista a la selección brasileña. El famoso penalti fallado por la estrella italiana le daba la cuarta estrella a Brasil.