El refugio pesquero de Croacia

El estado de optimismo está declarado en Croacia. La selección, después de ser subcampeona del mundo en 2018, ha vuelto a enganchar a todo el país. Una euforia que los futbolistas conocen por lo que leen y ven en los medios, porque Zlatko Dalic ha buscado un lugar idílico en el que puedan aislarse y concentrarse sólo en el campeonato.

Los croatas llevan desde el 25 de mayo concentrados en Rovinj, situado en la península de Istria, al norte de Croacia. Es un encantador pueblo pesquero al que el turismo de masas aún no ha logrado llegar. Están alojados en el Grand Park Hotel, que es casi una ciudad en sí mismo. Ubicado en un exclusivo lugar, frente a la Marina de Rovinj, cuenta con tres piscinas (una al aire libre y dos cubiertas), siete restaurantes y un spa con zona termal en el que los jugadores pueden recuperarse después de los entrenamientos y partidos.

Se entrenan en el campo del NK Rovinj (tercera croata), que se encuentra a 1,3 kilómetros de su lujoso hotel, y a los partidos vuelan desde el aeropuerto de Pula, ubicado a apenas 40 kilómetros. Clima agradable, lujo y tranquilidad, alejados del ruido mediático que se vive en el país estos días. Todo ello, unido al excelente ambiente que se respira en la selección, han permitido que vuelvan a estar otra vez más entre las mejores de Europa.

Allí han estado concentrados hasta este domingo por la mañana, cuando han volado a las 10:35 horas a Copenhague, lugar del partido contra España. Una rutina que han seguido durante todo el torneo, intentando permanecer el mayor tiempo posible en su lugar de concentración.