Los reyes del optimismo

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Hay motivos para sonreír en Ámsterdam. Independientemente de que en la capital neerlandesa sean legales ciertas sustancias que favorecen la risa, las selecciones de Gales y Dinamarca tienen razones más que de sobra para estar contentas. Para empezar, porque hoy jugarán los octavos de final de la Eurocopa, algo que no estaba nada claro que pudieran hacer antes del inicio del torneo (sigue el partido en directo en As.com). Y lo harán a pesar de las adversidades, sobre todo Dinamarca, que comenzó la competición de la peor manera posible: perdiendo ante Finalndia después de que su capitán y estrella Eriksen se desplomara sobre el césped y casi falleciera.

Aquel incidente hacia presagiar que Dinamarca no se recuperaría del golpe, pero el vestuario salió reforzado de aquella dramática situación y ahora aspiran a clasificarse a cuartos ante una Gales que parece un rival propicio para ello.

Por su parte, Gales también cree en poder estar en la siguiente ronda. En un grupo complicado con Turquía, Suiza e Italia pasó como segunda, sin apuros, y con la sensación de que sus dos mejores hombres, Ramsey y Bale, se encuentran en buena forma. El madridista, por cierto, es centro de todas las miradas. En rueda de prensa dejo caer que este torneo será el último que dispute con su selección. A pesar de su buena Euro, el gol se le resite (14 partidos sin marcar) y Gales le necesita. Indispensable para soñar.

Gales ya no es la Cenicienta que llegó a semifinales hace cinco años. Ahora ya sabe lo que es capaz. El único pero para Gales es la ausencia de aficionados de su país por las restrcciones contra la pandemia. Por contra, Dinamarca ha colado 3.000 daneses en los Países Bajos con la condición de que no estén más de 12 horas en el extranjero. Así se considera tránsito y no estancia. Una pillería para jugar como en casa.