La espina clavada de Mouriño
El presidente admite en público que se equivocaron a la hora de explicar la campaña de abonados el año pasado. Ahora se prepara para la reválida.
La última campaña de abonados del Celta suscitó una agria polémica entre la afición celeste, que consideraba una desconsideración tener que pagar 50 euros únicamente por conservar el asiento y la antigüedad. En la última entrevista concedida a AS, el presidente Carlos Mouriño hacía la siguiente autocrítica: "Nosotros seguimos convencidos de que la campaña no era mala, pero quizás fallamos en la comunicación. Ese fue nuestro grave error, nuestro grave pecado y cuando pecas y sabes conscientemente que has pecado, tienes que llevar la penitencia. Personalmente, yo la llevo".
Esos errores reconocidos por el máximo mandatario olívico ya han provocado los primeros movimientos en los despachos. El más significativo ha sido la creación del puesto de director de comunicación, cargo para el que eligieron al periodista gallego Marco Rocha, que antes estaba en la Federación Española de Fútbol. Desde el Celta señalan que este fichaje llega con "la misión de potenciar y fortalecer la imagen de la marca y los canales comunicativos y para trabajar de manera conjunta con las áreas comercial y de márketing".
Su primera gran responsabilidad será quitarle a Mouriño la espina que tiene clavada después de la última campaña de abonados. Necesita conectar de nuevo al Celta con la afición en todas las facetas y despertar simpatía por las decisiones tomadas. La próxima campaña de abonados, que se conocerá en breve, será observada con lupa. Un nuevo tropiezo hurgaría en la profunda herida que tiene abierta el presidente.