Dalic y el milagro croata
El técnico cogió Croacia en crisis y llegó a trabajar sin contrato. La hizo subcampeona del mundo y ahora vuelven a estar en octavos de final de una gran competición.
Zlatko Dalic (Livno, 1966) ha revolucionado la selección croata en apenas cuatro años. El pasado 7 de octubre de 2017 asumió el cargo sustituyendo a Ante Cacic en una situación límite, a punto de quedarse fuera del Mundial de 2018 tras un empate contra Finlandia. Cuando Suker pensó en Dalic para sacar a flote esa situación, al técnico le costó creerlo: "Me reuní por primera vez con los jugadores en el aeropuerto para viajar a Ucrania, 48 horas antes de jugarnos el pase al Mundial", cuenta.
La situación era complicada, aunque también la oportunidad de su vida para un hombre que en aquel momento era semidesconocido en su país. "Cualquier entrenador sueña con dirigir a su país, no se pone ninguna condición".
Su compromiso fue tal que después de jugar ante Ucrania trabajó durante seis semanas sin contrato. "No necesitaba un salario, no estaba allí para eso. Si conseguíamos el pase al Mundial, ya hablaríamos", explica el seleccionador. Los croatas consiguieron clasificarse tras superar a Grecia en la repesca y entonces sí, Dalic aceptó sentarse con Suker para firmar su contrato.
Después de aquello, llevó a Croacia hasta la final del Mundial y ahora, en la Eurocopa, vuelve a tenerla entre las 16 mejores del continente. En 1998 Dalic era un modesto futbolista (jugaba en el Varteks, de la primera división croata) que dedicó su verano a recorrer Francia con la camiseta de su país puesta. Quería animar a su selección en el Mundial, el primero que disputaba. Ahora se ha convertido en un ídolo en su país y un referente para sus jugadores...