Las Palmas
Se cumplen seis años del “sueño de todos”
El último ascenso de Las Palmas a Primera División surgió tras el terrible ‘Cordobazo’. Aquel gol de Araujo permanece en la memoria colectiva insular.
El 22 de junio del año 2014 quedará marcado para siempre en la historia de la UD. Sucedió que aquella tarde se vivió, en el Estadio Gran Canaria, la más triste y dantesca imagen de la historia del deporte canario, con una afición que invadió el campo antes de tiempo, dándole así al Córdoba su única oportunidad de ascenso, tan bien aprovechada, y que acabó peleada entre sí a ojos del mundo. Justo aquella tarde, en las entrañas del recinto de Siete Palmas, coronando la ciudad, comenzó a gestarse el que se llamó “El sueño de todos”.
Se le había escapado a Las Palmas el ascenso en la última jugada, con todo a su favor, pero ya lo había perdido todo un rato antes. La tragedia vivida en el césped del EGC se acabó virando en la mayor comunión equipo-ciudad, acaso una de las mayores, de la historia del club. Ocurre que la entidad se rearmó y casi ni le hizo falta una campaña de abonados para sumar adeptos a la causa del ascenso.
Llegaron, entre otros, Paco Herrera al banquillo y Araujo a la delantera. Comenzó además la consolidación de pilares como Roque Mesa o David Simón, que hasta meses antes vagaban en el filial amarillo, se hizo fuerte Javi Castellano en el centro del campo y Jonathan Viera llegó en el mercado invernal procedente del Standard de Lieja para apuntalar a un equipo que iba como un cohete. Otros referentes del equipo como Ángel López o Aythami Artiles se agigantaban con el paso de las jornadas.
El ascenso, como no podía ser de otra forma, llegó vía playoff. Tras acabar clasificada en el cuarto lugar de Segunda División, Las Palmas se deshizo del Valladolid en la primera ronda de las eliminatorias tras empatar a un gol en Pucela y quedar 0-0 en Gran Canaria.
En la ronda decisiva esperaba el Real Zaragoza, 6º clasificado, que días antes se había ‘cargado’ al poderoso Girona, 3º. Las Palmas parecía tenerlo todo perdido cuando regresó de tierras mañanas con un peligroso 3-1 en contra. Pero entonces, la mente de los futbolistas de Paco Herrera se trasladó a los vestuarios del EGC cuando, un año antes, la tragedia del ‘Cordobazo’ hizo acto de presencia. Roque Mesa abrió la lata en el primer tiempo y Araujo, coronando así una temporada imperial con 25 goles marcados, metió su bota derecha para marcar el gol de Gran Canaria tras aquella insólita chilena de Aythami. El balón se perdía por la línea de fondo y con él la esperanza amarilla, pero todo cambió en una décima de segundo. Fue así como se culminó el sueño de todos, que duró tres años. Un gol gritado a pulmón no solo por un en EGC a reventar, sino por toda una isla.
Precisamente, uno de los pilares de aquella infinita alegría, que descuenta los días para regresar a casa, puso hoy los cimientos de un nuevo sueño. “Lo volveremos a hacer”, dice Jonathan Viera. Un nuevo guiño a Las Palmas.