Mbappé tensa la cuerda
La relación entre el delantero y la directiva del PSG atraviesa un momento crítico. El jugador está enfadado con las últimas declaraciones de su presidente, Al Khelaïfi.
La relación entre Kylian Mbappé (22 años) y el PSG atraviesa un momento crítico. Las últimas declaraciones públicas de ambas partes dejan en evidencia la tensión que se vive ante la negativa del futbolista a renovar. El gigante francés no parece aceptar que la decisión de su estrella es marcharse al Real Madrid este verano o el que viene (en el que acaba contrato) y, tras ver como rechazaba hasta tres ofertas millonarias para seguir, ha decidido cambiar su plan y presionarlo ante los medios para conseguir que se quede, por lo menos, hasta 2023, tras el Mundial de Qatar. Mbappé ha recibido el mensaje, pero esto no ha hecho más que alejarlo un poquito más de la que es su casa desde hace cinco años.
El delantero mostró su descontento con la directiva parisina en su última rueda de prensa con Francia después de ser acusado por Al Khelaïfi, presidente de la entidad, de haber pedido fichajes al PSG para renovar. “Quiero dejar claro que nunca he pedido a un jugador ni a Leonardo (director deportivo) ni a nadie del club. Soy un jugador de fútbol que tengo que contentarme con lo que hago en el campo”, explicó con contundencia. Después, cuando fue preguntado por su futuro, dejo otra frase significativa. “Estoy aquí para representar a la selección francesa. El PSG, con todo el respeto a este club del que soy empleado, no me interesa por el momento”, afirmó, volviendo a mostrarse reticente a hablar de su renovación y hablando de si mismo como “empleado” de su club.
La realidad es que a Mbappé no le han gustado nada los comentarios de Al Khelaïfi en las últimas semanas, empezando por las que realizó en L’Equipe en las que aseguró que Kylian no se iría “nunca” del PSG. “Voy a ser claro. Kylian Mbappé va a seguir en París, nunca vamos a venderle y nunca saldrá libre”, sentenció. El futbolista, que en ningún momento tiene pensado entrar en conflicto con su equipo, entendió este mensaje como una maniobra de presión tanto para él como para el Real Madrid. Eso sí, su respuesta ha sido ejemplar, ya que no solo no se ha amedrentado, sino que ha mantenido su discurso, dejando en el aire su continuidad. “Estoy en un sitio que me gusta, ¿pero es el mejor donde puedo estar?”, se preguntaba en France Football. Además, añadía: “no haré un movimiento en forma de traición”, dejando claro que no se revelará ante su club.
Recientemente se ha abierto un nuevo capítulo. El presidente de la Federación Francesa, Nöel Le Graet, ha asegurado que "será complicado" ver a Mbappé en los Juegos Olímpicos, competición con la que sueña el delantero. El problema es que el PSG, como el resto de equipos de Ligue 1, se ha negado a ceder a ningún futbolista para la cita olímpica. Un nuevo punto de desunión entre club y jugador.
Cristiano, en la recámara
Mientras se juega la continuidad de una de sus estrellas, el PSG ya trabaja en la temporada que viene y en un plan B por si acaba marchándose. Se trata de Cristiano Ronaldo, con el que la directiva parisina ya se ha puesto en contacto para conocer su situación tal y como ya informó este periódico. El portugués tiene decidido marcharse de la Juventus y contempla París como un buen destino en el que continuar su carrera, aunque su prioridad es el Madrid.
En caso de que Mbappé saliera, el PSG cree que Cristiano Ronaldo es de los pocos jugadores en el mundo que podría generar un golpe de efecto mediático y deportivo a la altura de las expectativas. No solo sería, junto a Neymar, la estrella de los próximos años con la que luchar por su primera Champions, sino que además sería una de las caras visibles del Mundial de Qatar de 2022. Un fichaje galáctico tanto en el campo como fuera del mismo.