Pukki dirige la fiesta

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Cuando la UEFA amplió la fase final de la Eurocopa de 16 equipos a 24 en 2016 seguramente lo hiciese pensando en el dinero que generarían esos partidos de más, pero disfrazándolo de todas esas historias de pequeñas selecciones que serían el centro de Europa durante un mes. Una de ellas es Finlandia, por primera vez en su historia está en la fase final de una Eurocopa. Pukki, ex del Sevilla (en 2009 jugó 27 minutos), es el alma de este equipo. De hecho, ninguna selección depende tanto de un jugador como la dirigida por Kanerva, ya que en la fase de clasificación anotó diez de los dieciseis goles de su equipo (63%). Es cierto que estos partidos fueron en el ya lejano 2019, pero sirven para hacernos una idea de la radicalización de su juego: siempre que dejó la portería a cero ganó y siempre que encajó, perdió. Es el resultado de un estilo de juego que se basa en proteger mucho el área, con un Hradecky en portería que es de lo mejor del once, y esperar que Pukki aproveche las pocas ocasiones que tenga. La mayoría de goles los logran con llegadas por la banda o pases filtrados al citado delantero del Norwich.

Su momento de forma no es el ideal, ya que llevan sin ganar desde noviembre, y Dinamarca sólo ha perdido dos partidos de sus últimos veintiocho. Evidentemente, es una selección más experimentada (el grupo que llevó a los penaltis a la Croacia finalista en Rusia 2018), con más recursos y un sistema más pulido. Sus pivotes generan, los laterales suben, los dos extremos buscan el gol y Wind y Eriksen rondan la frontal del área.

Con estas condiciones, será un partido en el que Finlandia no promete llevar el peso del partido pero que exigirá a Dinamarca trabajarse el gol dentro del área (sigue el encuentro en directo en As.com). Esperemos que Anthony Taylor responda al tópico del arbitraje británico y permita a los dos vecinos resolver sus diferencias sobre el césped.