Piqué se queda
Según ha podido saber AS, Laporta se citó con el central para pedirle un esfuerzo económico, conocer la opinión del vestuario sobre Koeman y saber por qué se perdió LaLiga.
Joan Laporta tenía la necesidad imperiosa de conocer de primera mano qué había pasado dentro del vestuario la temporada pasada y por qué había finalizado de una manera tan decepcionante como frustrante en todos los sentidos. De ahí que el presidente, según ha podido saber AS, citara a uno de los pesos pesados de la plantilla e integrante del cuarteto de capitanes, Gerard Piqué, hace unos diez días para que le hiciera un diagnóstico real y preciso sobre todos los hechos que se produjeron el curso pasado. Laporta quería conocer todos los detalles para intentar poner remedio de cara a la próxima temporada.
Asimismo, el dirigente aprovechó su reunión con Piqué para conocer la opinión del vestuario sobre Ronald Koeman. Hay que recordar que Laporta se había dado un periodo de quince días para hacer “una profunda reflexión” sobre quién tenía que ocupar el banquillo la próxima temporada y que su objetivo era “unificar todos los criterios”. Pues bien, uno de los criterios con los que contó para hacer la valoración final sobre la continuidad del holandés fue el de Piqué, que a tenor de la decisión final, presumiblemente el central catalán se debió mostrar a favor.
No sólo se analizaron aspectos deportivos sino que también Laporta quiso ahondar en el resto de áreas que giran entorno del primer equipo, entre ellos los más que discutidos servicios médicos, para conocer mejor la realidad que está viviendo el primer equipo.
Y en la conversación también hubo tiempo para hablar sobre el futuro de Gerard Piqué. El central se mostró muy comprensivo ante la grave crisis económica que atraviesa el club -no en vano también preside un equipo de fútbol, el Andorra-, por lo que abrió la posibilidad a una reformulación de su actual contrato, que actualmente gira entorno a unos 16 millones de euros brutos. Piqué estaría dispuesto a reducir en buena parte la masa salarial fija y traspasar un montante importante a objetivos.
Así pues, todo apunta que Piqué será la primera vaca sagrada del vestuario en dar ejemplo y reducir su masa salarial. En teoría, el club confía que otros, como Sergio Busquets y Jordi Alba acepten también la misma fórmula, mientras que en el caso de Sergi Roberto, todo indica que su destino está muy lejos del FC Barcelona.
Asimismo, la continuidad de Piqué deja muy poco margen de maniobra a la hora de vaciar la nómina de centrales en el primer equipo. Con el fichaje de Eric García, actualmente hay un total de seis, cuatro derechos (Piqué, Eric, Araújo y Mingueza) y dos izquierdos (Umtiti y Lenglet). En todo caso, teniendo en cuenta la juventud de Araújo y Mingueza, todo apunta que los dos señalados por el área deportiva son los dos centrales franceses. De ahí que ya se esté hablando de la opción de un trueque con el City por el central zurdo Aymeric Laporte, con el objetivo prioritario de dar salida tanto a Lenglet como a Umtiti.