Ceferin, sin piedad contra Agnelli: "A mis ojos, ese hombre ya no existe"
El presidente de la UEFA no le perdona al de la Juve "sus mentiras a la cara". Para él, su amistad se ha acabado. Ceferin es padrino de uno de los hijos de Agnelli.
Alexander Ceferin sigue embarcado en su cruzada contra la Superliga. El presidente de la UEFA pudo abortar el intento, aunque aún Real Madrid, Barcelona y Juventus no han vuelto sobre sus pasos. Eso les ha costado varias advertencias y planea el riesgo de que no puedan participar en la próxima Liga de Campeones. A Ceferin la cruzada de los clubes le pilló casi desprevenido y en todo eso tuvo un papel principal Andrea Agnelli, presidente de la Juventus, por entonces también de la ECA. Además, se da la circunstancia de que Ceferin y Agnelli eran íntimos. El italiano siembre puso de su parte para que el esloveno accediera al trono de la UEFA y Ceferin es padrino de uno de los hijos del dirigente italiano.
Pero eso ya es historia. Ceferin no olvida la traición. Agnelli le enganó al mantenerle ajeno a la trama y mentirle a la cara sobre la Superliga. "Honestamente, no sabíamos exactamente qué estaba pasando. De vez en cuando recibíamos amenazas de ruptura, filtraciones de documentos sobre el tema ... Pero no nos lo tomamos muy en serio. Andrea Agnelli, quien entonces era el presidente de ECA, era miembro de nuestro comité ejecutivo y continuamente nos aseguraba que realmente no había nada de qué preocuparse. Sobre todo porque por nuestra parte, habíamos organizado varias reuniones con los clubes para presentarles la nueva reforma de la Champions, reforma que votaron los doce clubes rebeldes. Pero al día siguiente, revelaron su proyecto fantasmal", afirma Ceferin en una entrevista en Sofoot.
Pero la intentona golpista tuvo más intrahistoria. Cuando aparecieron las filtraciones el día del anuncio, inmediatamente Ceferin llamó a Agnelli. Este primero le dio largas y después apagó su teléfono. Fue la gota que ha colmado el vaso. "Los protagonistas se pueden clasificar en tres categorías. Puse a Andrea Agnelli en el primero escalafón, en el personal. A mis ojos, este hombre ya no existe. Pensé que éramos amigos, pero me mintió en la cara hasta el último minuto del último día, asegurándose de que no hubiera nada de qué preocuparse. Mientras que el día anterior ya había firmado todos los documentos necesarios para el lanzamiento de la Superliga. En la segunda categoría, coloco a un grupo de líderes que sentí que estaban bastante cerca de mí y que lamento que no me dijeran con anticipación lo que planeaban hacer. Finalmente, en la última categoría, están los gerentes con los que no tuve contacto. No los culpo, pero ellos también tendrán que sufrir las consecuencias de sus actos. A través de esta competición, todos estos dirigentes vieron la manera de asegurar a sus respectivas clubes un lugar inmutable en la cima del fútbol europeo. Estoy seguro de que su primera idea fue dejar de participar en las competiciones de la UEFA, mientras permanecían en sus respectivos campeonatos nacionales", esgrime Ceferin.
El esloveno se vio apoyado inmediatamente por una corriente popular y esta, en primer lugar, echó para atrás a los clubes ingleses. A partir de ahí se cayó el castillo de naipes. "De hecho, fue una pelea social que se desarrolló en segundo plano y es precisamente por eso que las reacciones fueron tan brutales. ¿Doce multimillonarios tienen derecho a privarnos de nuestro deporte?¿El dinero lo compra todo? El fútbol es más que un simple juego, es una parte integral de nuestras naciones, culturas y sociedades. Es por eso que su lectura de la situación estaba completamente fuera de lugar. Después, les pregunté: '¿Cómo no se dieron cuenta de que estaban caminando en la mierda?' Quiero decir, con todos sus asesores, todo el dinero que pueden recaudar estos clubes...", sentencia Ceferin.