EURO SUB-21 (CUARTOS) | DINAMARCA 2 (5) – 2 (6) ALEMANIA
La épica es alemana
La selección alemana Sub-21 tuvo que sufrir para conseguir el billete a semifinales. Nmecha dio vida a los suyos con un gol en el 88’, forzando la prórroga para luego clasificarse en penaltis.
Tuvo que sufrir lo insufrible la Sub 21 de Alemania para meterse en semifinales del Europeo. El combinado dirigido por Stefan Kuntz necesitó de la prórroga y los penaltis para remontar un duelo que se le puso muy cuesta arriba al inicio. Aun así, la victoria desde los once metros a favor de los alemanes confirma las dudas en torno a la cantera de una mini Mannschaft que, hace cuatro años, se proclamó campeona de Europa tras imponerse en la finalísima a la Sub 21 española. Aunque sigan optando al título, los cachorros alemanes fueron y siguen siendo un mar de dudas.
Los alemanes fueron los que mandaron desde el principio. Eso sí, sin poder llegar con peligro a la meta danesa. Fue Maier el que lanzó el primer aviso por parte de los de Kuntz, que no tuvieron problemas a la hora de circular el esférico en campo rival. Optó Dinamarca por retrasar líneas y defender con todo para buscar la gloria a la contra, una propuesta que casi le sale bien a los 25 minutos de partido, momento en el que Lindstrøm lanzó el primer disparo peligroso a la portería defendida por Dahmen. No estaba muerta Dinamarca.
Y terminaron demostrándolo en el segundo período. Alemania siguió siendo el equipo más activo, pero los noreuropeos supieron esperar su oportunidad para desigualar el choque a la primera con claridad. Y lo consiguieron a falta de media hora para el final. Apenas tres minutos después de ingresar al terreno de juego, Faghir recibió en el área y batió a Dahmen por medio de un zurdazo que, a priori, supuso el pase a semis para Dinamarca. No se rindieron los de Kuntz. Fueron con todo a por el empate. Y lo encontraron en un córner que Nmecha supo aprovechar tras una prolongación del inspirado Maier.
En el descuento, Dinamarca tuvo el tanto del triunfo en las botas de Holse. Se topó el danés con las manoplas de Dahnen, providencial en los últimos compases del partido. El choque se fue a la prórroga. Se trata de los momentos de un partido en que todo combinado alemán se siente muy a gusto. La camiseta de la cuatro veces campeona del mundo impone. Y mucho. Tanto que Burkardt apareció en la prórroga para materializar un centro de Raums. Este tipo de desenlaces suele ser suficiente a falta de 15 minutos para el final. Pero Dinamarca obtuvo una pena máxima que materializó Nelsson para volver a poner las tablas. Fueron los penaltis los que tuvieron que decidir. Erró Alemania. Erró Dinamarca. Volvieron a fallar los daneses. Y Alemania, como suele ser habitual, no perdonó.