Francisco y Rubi se miden en una semifinal de técnicos cambiados
Ambos fueron, en el pasado, entrenadores de Almería y Girona. Los dos conjuntos ya se citaron en el playoff de la pasada campaña y en la final de la 2012-13.
El Girona-Almería está adquiriendo un tono de clásico en los playoff de ascenso. Ambos conjuntos ya se citaron la pasada campaña en la semifinal, con final feliz para los gerundenses, y en la final de la promoción de la temporada 2012-13. En esta ocasión, el Almería fue quien dejó en la lona a los rojiblancos y acabó sellando el ascenso a Primera. Este miércoles se inicia el tercer envite entre los dos conjuntos en menos de diez años y se trata de una eliminatoria que se antoja tan trepidante como repleta de morbo. Y el principal se encuentra en los banquillos. Francisco, actual técnico del Girona, tiene pasado en el Almería como jugador y entrenador, y Rubi, que ahora dirige a los almerienses, estuvo a un paso de hacer historia con los gerundenses. Él era el técnico del Girona en la citada eliminatoria de la campaña 2012-13.
Puede ser considerado un duelo de banquillos cambiados. A Rubi se le recuerda con mucho cariño de su etapa en el club rojiblanco y no es para menos. Fue el primer técnico que hizo soñar al Girona con ascender a Primera, pese a que en aquella final del playoff de la 2012-13 ante el Almería cayeran tanto en Montilivi (0-1) como en los Juegos del Mediterráneo (3-0). Estuvo 387 días en el cargo de primer entrenador gerundense, 47 partidos (42 de Liga, cuatro de playoff y uno de Copa) y sus números fueron de 22 victorias, nueve empates y 16 derrotas.
Pero si se habla de buenos datos, los de Francisco. En el Girona está batiendo récords y en Almería, cuando se le dejó, cumplió con creces. Se confió en él para dirigir al equipo en Primera y, en su segunda campaña, se les destituyó de manera un tanto incomprensible. Tras dirigir en 76 duelos al filial almeriense (tres cursos, uno como segundo y dos de primero), la directiva le 'ascendió' al primer equipo y estuvo 57 partidos. En la primera campaña alcanzó la permanencia gracias a un final de Liga inmaculado, pero en la segunda llegó su cese. Fue en la jornada 14, el equipo no estaba en puestos de descenso, al perder en Ipurua contra el Eibar el 8 de diciembre de 2014. Aquel fue su último partido en el banquillo andaluz.