Robin tendrá su deseada final

Esta es la historia de Robin Julian Harris, un seguidor inglés que dejó su tierra y su casa en Northhampton, para seguir al Villarreal, equipo del que se enamoró hace 15 años. Tanto, que él y su mujer decidieron dejar Inglaterra para jubilarse en España, y acabar viviendo a escasos metros del Estadio de la Cerámica. Primero lo hicieron en la colonia de Alcossebre, para después trasladarse a una casa a poco más de 20 metros del Estadio de la Cerámica, con la idea de estar cerca de su equipo.

Robin era un apasionado del fútbol, y de esos equipos que no eran llamados grandes, ya lo fue en su país, siendo incondicional del Southampton. En su llegada a España se enamoró del Villarreal, equipo que acabó siguiendo en los últimos quince años de su vida, no fallando a entrenamientos y partidos, ya fueran estos en casa o fuera. Se metió de lleno en el mundo de las peñas, pasando a formar parte de la Peña la 12, de la que fue activista destacado. El pasado mes de enero fallecía víctima de un cáncer, con el que venía luchando desde hace un tiempo.

Robin se quedaba sin ver a su equipo en sus últimos meses de vida, ya que la pandemia le había privado de hacer lo que más le gustaba: seguir a su Villarreal. Por ello, uno de sus amigos y compañeros del peña, Néstor Meseguer, ha decidido que Robin debe estar en Gdanks, y que su memoria merece que esté presente en la primera final del equipo amarillo. Con lo que Néstor, seguidor amarillo de raza, llevará al partido de la final una bandera muy especial, una bandera de su amigo Robin.

Un recuerdo y un homenaje que Meseguer asegura es algo que "se lo debíamos", no podíamos estar en esa final que él tanto deseaba y que él no estuviera", señalaba a AS. Por ello, el seguidor amarillo acudirá a esta final con la bandera de Robin, para que el inglés que se enamoró del Villarreal esté presente en Gdansk.