Un Lugo épico se aferra a Segunda

Dijo Winston Churchill que “si pasas por el infierno no te detengas, sigue caminando”. El Lugo de Rubén Albés bien podría convertir esa frase en su lema después de revivir por enésima vez esta temporada. Cuando el riesgo de descenso ya era una realidad matemática y las esperanzas flojeaban, los albivermellos tiraron de casta y sacaron adelante un partido a base de corazón y una actuación corla en la que destacaron Gerard Valentín como estrella, Manu Barreiro como secundario de lujo y un capitán, Fernando Seaone, que simplemente es carne y sangre del Lugo. En cuanto al Cartagena, cumplió con lo prometido y peleó hasta el final con la honradez que exige la competición.

En el arranque de los dos equipos se reflejaba la situación de cada uno. El Lugo notaba la presión de la situación y el Cartagena lucía un punto de relajación que le impedía ser más incisivo, a pesar de tener la posesión. Tal y como estaban las cosas, el gol del Lugo no podía llegar más que en un balón parado, e incluso así tuvo que ser con suspense. Un centro lateral rematado por Xavi Torres pegó en el larguero, el rechace lo estrelló nuevamente Barreiro en el travesaño y finalmente Valentín, también de cabeza embocó a gol. Increíblemente el gol sentó mucho mejor a los albinegros, que pusieron sitio a la portería de Cantero, que tuvo que lucirse ante Rubén Castro. El descansó alivió a los locales, que llegaron con ventaja.

Con Alende roto, el Lugo inició la segunda parte con Xavi Torres de central y Juanpe en la medular. El balón seguía siendo del Cartagena, aunque los locales soltaban algún que otro latigazo en forma de contraataque. Y así llegó el segundo, con una exhibición de velocidad, conducción y definición de Gerard Valentín, que aprovechó un balón suelto en su propio campo para ganar a Delmás en velocidad, plantarse en el área y batir a Martínez. Pero la alegría dura poco en casa del pobre y, solo cuatro minutos después, Jurado recortaba distancias para el Cartagena. A partir de ahí, el Lugo decidió no encerrarse como otras veces y siguió buscando portería rival ante un Cartagena que fue honrado con la competición y también buscó el partido. Al final, victoria albivermella para dormir fuera de descenso y, sobre todo, para creer que se puede. Porque se puede.