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BURGOS 1-BILBAO ATHLETIC 0

El Burgos vuelve a Segunda 19 años después

Berjón, héroe en Almendralejo, marcó en la prórroga el tanto que dio el ascenso ante un Bilbao Athletic al que le pesó todo lo que había en juego.

Celebración burgalesa
EFE

Ha sido larga y muy la travesía por el desierto. Un total de 19 años lejos de Segunda. Cuatro en el purgatorio de Tercera. Por eso Burgos, una ciudad de fútbol de toda la vida con mucha historia, celebra aún con más euforia la vuelta. El Cid ya tiene a su lado a otro colega en el púlpito de héroes en la ciudad castellana. Es Saúl Berjón, el rey de El Plantío. Y de Almendralejo esta noche. El veterano extremo asturiano, que acaba de cumplir 35 años, se las sabe todas. Ha estado hasta en México. Primera, Segunda, Segunda B, Tercera... tiene más conchas que un galápago. Una arrancada en las proximidades del área bilbaína de Álvaro Rodríguez, enorme jugador, permitió burlar la defensa y meter un balón mortal al segundo palo. Núñez descuidó la marca de Berjón en ese minuto 107, en la prórroga. "He jugado en Primera, pero esto es lo mejor que me ha pasado en mi carrera. Nunca he ganado nada, no sé ni cómo se celebra", sonreía. Le dio el ovetense en el segundo palo con los dos gramos de fuerza que le quedaban tras una velada extenuante. Los burgaleses, que han dominado el Grupo I este año y siguieron con esa tiranía en la segunda fase, tienen un equipo confeccionado única y exclusivamente para el ascenso y logran la meta.  

El conjunto de Julián Calero impuso su oficio ante la ilusión de un Bilbao Athletic que no exprimió todas sus virtudes, que son muchas. Tenían más piernas al final, cuando se jugaba el billete para Segunda, pero les faltó ideas en el último pase. Es el primer mazazo para perlas como los 'Nicos', Williams y Serrano, y de golpes de estos también se aprende en la formación futbolística. Un grupo veterano, en el que el más joven tiene 26 años y hay unos cuantos de más de 30 frente a unos cachorros en el que el mayor tiene 23. El Francisco de la Hera, que se saltó todas las medidas de prevención con la distancia de seguridad, estalló de júbilo en color blanquinegro. 

El Burgos sorprendió de inicio, jugando en campo rival, con la presión muy alta y un ritmo elevadísimo.  Querían adelantarse a toda costa y marcar el devenir de la eliminatoria. Si todos esperaban que echara el ancla cerca de su área esperando acontecimientos, porque le valía el empate en los posibles 120 minutos de juego, Calero rompió esos esquemas preconcebidos. Al Bilbao Athletic le costó leer la propuesta enemiga, y sólo empezó a frenar semejante ímpetu mediado el primer tiempo. Nico Williams no entraba en juego por el flanco diestro y se fue a la izquierda unos instantes para ver si cogía algo de bola. Artola jugaba de nuevo, como ante el Celta B, como falso nueve, pero de medio campo para arriba no había muchas noticias por parte de los bilbaínos.

Juanma, el más activo en los compases iniciales, se despegó de los tacos de salida como un cohete, aunque al Burgos también le costaba dar balones de calidad a un Guillermo que se dedicaba más a la pelea que al remate. Mumo y Undabarrena gobernaban con mano firme el medio campo, mientras que Berjón, un viejo lobo de mar y titán en la eliminatoria, daba profundidad por la banda zurda. Junto a todos ellos, Navarro se consagró en una cita histórica. Unda lanzó a la escuadra en el 55 pero iba muy suave y adivinó el tiro Iru. No había ocasiones claras y el partido se fue sedimentando un poco tras minutos de frenéticos. 

Hubo dos partes diferenciadas. Ambos querían imponer su estilo y los rojiblancos trataron de tener más la pelota tras el descanso, ante un grupo rocoso atrás.El choque se fue al suplemento. El Burgos ya vivió una prórroga con el Calahorra. Se sabe el camino. Etxebe puso a Urain para tener una disposición más lógica, con Artola enganchando desde la mediapunta. El choque se fue abriendo porque las piernas pesaban y hasta hubo amenaza de lesión del árbitro, por una sobrecarga. Williams tuvo una ocasión, pero la más clara fue una de Diarra a centro templado de Núñez, en un balón al que no llegó de cabeza por centímetros. El tanto burgalés fue un jarro de agua fría para los cachorros, que ya se veían apretados previamente porque el empate habría sonreído al rival. Un posible penalti en área blanquinegra desató las protestas vascas. Fueron expulsados Jaso y un Paredes que ya reposaba en el banquillo tras ser sustituido. El Burgos se une a Real Sociedad B, Amorebieta, que lograron el sábado el ascenso, y al Ibiza, que lo consiguió este domingo. Mal año para los filiales, solo el Sanse ha acertado en la diana de Segunda.