El Espanyol completa un círculo 'divino' que abrió hace 58 años
El equipo de Vicente Moreno emulará este jueves en un acto privado a los de Heriberto Herrera, quienes ofrecieron el primer ascenso en la Basílica de la Mercè.
“Desde el aeropuerto de El Prat hasta la Basílica de la Mercè, una caravana de coches, con banderas blanquiazules, coreando a son de claxon ‘¡Espanyol!’ dieron una feliz escolta a quienes, con su fe y su esfuerzo, habían retornado al Espanyol al lugar que le pertenecía”. Si no fuera por las recomendaciones sanitarias derivadas de la COVID-19, un relato similar podría escribirse este jueves. Pero corresponde a la narración que Juan Segura Palomares hizo del 24 de mayo de 1963, el día después del primer ascenso perico a Primera División. “La acción de gracias a los pies de la patrona de Barcelona fue de lo más sincera y emocionada”, remataba.
No en vano, cerrará el Espanyol una suerte de círculo cuando, este jueves sobre el mediodía (avanzó 'Tiempo de Espanyol'), el equipo de Vicente Moreno realice una visita de carácter estrictamente privado –nadie ajeno podrá acceder– a la misma Basílica de la Mercé donde hace 58 años ofrecieron su ascenso los Benito Joanet, Bartolí, Piris, Riera o Idígoras, autor del gol que retornó al equipo a la máxima categoría en una agónica promoción ante el Mallorca, que requirió de un partido de desempate, en pleno Jueves Santo, ante 40.000 espectadores en el Santiago Bernabéu. Una bandera blanquiazul colgará del campanario.
Emularán los pericos de este modo a aquel equipo de Heriberto Herrera, después de haber certificado en esta ocasión su ascenso el pasado día 8 en La Romareda, frente al Real Zaragoza, y en una comunión que sí pudo verse al día siguiente, de forma controlada en los aledaños del RCDE Stadium, pero que la pandemia no ha permitido ampliar ni en los estadios ni en la plaza pública, aunque como entonces se han producido esta temporada caravanas, más de motos que de coches.
Aun con las restricciones, el papel de la afición ha resultado tan fundamental en esta temporada del quinto descenso como en la del primero, que pasó también a la historia por una pancarta que los seguidores pericos pasearon por todos los campos de Segunda, en la que se leía “Contra viento y marea, el Espanyol a Primera”, y que al finalizar la temporada entregaron en mano al presidente que salvó al club, conocido popularmente como ‘Sant’ Josep Fusté. La cosa va de divinidades.