EL PROTAGONISTA DE LA JORNADA 39
Manu Barreiro, el clavo ardiendo del Lugo
El delantero compostelano suma un tercio del total de los goles albivermellos y se muestra infalible desde el punto de penalti.
Durante varias temporadas Manu Barreiro (Santiago de Compostela, 1986) fue rumor recurrente en los mercados de verano del CD Lugo, por eso su llegada en el mercado de invierno de la temporada 2018-2019 fue acogida con satisfacción por la parroquia albivermella. Aterrizaba en el Anxo Carro después de recorrer gran parte de la geografía futbolística gallega y confirmar, como siempre con goles, su estatus goleador en plazas tan históricas como las del Alavés y el Nástic, donde llegó a ser capitán, faro y alma del equipo.
Porque los goles son la seña de identidad de un ariete de los de antes pero que esconde otras características, aunque a veces los entrenadores no quieran verlas. Desde el humilde Cerceda , donde en Tercera Barreiro marcó 20 de los 58 goles del equipo en la 2010-2011, el delantero compostelano llegó al Pontevedra (12 goles) y de allí, al Racing de Ferrol donde fue un referente de la Tercera gallega con 22 tantos y un ascenso a Segunda B ante el Laudio, con gol suyo en la ida incluido. No notó la subida de escalón y en la categoría de bronce firmó otros 21 dianas con los verdes que sirvieron para meter a los ferrolanos en otra fase de ascenso aunque esta vez el Nástic de Tarragona (quizás guiño del destino) les apeó del sueño de Segunda. Pero no a él.
No a Manu Barreiro porque el Alavés ya le había cogido la matrícula y apostó por su poderío para cimentar la reconstrucción de los babazorros. En dos temporadas y media jugó 63 partidos y marcó 16 goles para los gasteiztarras antes de hacer las maletas y llegar a Tarragona, donde conquistaría a la afición grana a base de goles y esfuerzo. Allí, los salvó del descenso con un gol agónico (otro guiño que tal vez se repita en Lugo) y se convirtió en líder de un equipo al que dejaría en Segunda, justo antes de su descenso.
Ahora, a sus 34 años, Manu Barreiro continúa impartiendo su magisterio con la camiseta del Lugo. En la peor temporada del equipo desde el ascenso de 2012 el delantero ya suma once goles mostrándose además infalible desde el punto de penalti, donde ha ejecutado siete sin error incluyendo dos sobre la bocina la última jornada ante el Mirandés. Pero Barreiro es mucho más. Es la isla ofensiva de un equipo que se ha acostumbrado al juego largo donde el 1,92 del delantero sirve tanto para bajar balones propios como despejar los ajenos y que en cada jornada se faja con los centrales rivales en una batalla desigual donde sin embargo siempre saca algo. No en vano un tercio del total de goles albivermellos (34) llevan su firma. Si el Lugo tiene opciones de permanencia, estas pasan por Barreiro.