Resurrección en el Anxo Carro
El Lugo apela a la épica y remonta con dos penaltis el gol inicial del Mirandés. Manu Barreiro logró un doblete.
Cuando la vida va en el alambre no hay que agarrarse a la pizarra, sino al corazón. Cuando los argumentos no llegan, hay que empujar con la voluntad. Un Lugo de dos caras dejó claro que mientras quisieron atenerse al plan marcado no supieron ni pudieron superar a un ordenado Mirandés, pero que se levantó cuando las constantes vitales del equipo ya se agotaban. Empujado por una parroquia que apretó lo que pudo, los albivermellos sumaron tres puntos agónicos que, quien sabe, pueden valer una vida.
Fue el Mirandés el primero en asustar, con un remate de cabeza de Martínez a la salida de un corner que lamió el palo albivermello. A pesar de que era el Lugo el que se jugaba la vida, eran los de José Alberto los que manejaban el partido, mientras que los locales solo acertaban a acantonarse cerca de su propia área, sin ningún tipo de furor atacante. El primer acercamiento albivermello llegó a la media hora, con un centro de Gerard Valentín que Barreiro remató manso a manos de Lizoain. Las sensaciones se convirtieron en hechos a los 40 minutos, cuando Pablo Martínez aprovechó un buen pase y la pasividad de la defensa lucense para batir por bajo a Cantero. Si alguien aún necesitaba una explicación de la situación del Lugo debería ver la primera parte de este partido, donde fue superado tanto por fútbol como por intensidad en su casa y ante un rival que no se jugaba nada.
Albés buscó la reacción en la reanudación metiendo al 'Puma' Rodríguez y a Borja Domínguez por Seoane y un desaparecido El Hacen. El resultado fue un Lugo mucho más ofensivo que en los diez primeros minutos puso coto al área del Mirandés, aunque sin remates claros. Se pitó un penalti sobre Gerard Valentín que el VAR corrigió. El paso de los minutos apagó el empuje del Lugo y devolvió protagonismo al Mirandés, que incluso pudo sentenciar en un disparo de Jiménez que desvió Cantero. Sin embargo, la épica llamó a la puerta del Anxo Carro y en el 87 un absurdo penalti del propio Jiménez sobre Ramos sirvió para que Manu Barreiro empatase y, superado ya el noventa, otro de Lizoain al mismo Ramos le valió a Barreiro para el doblete. Victoria que corta la nefasta racha de los albivermellos y les mantiene en la pelea por la salvación.