El Tenerife certifica la permanencia a costa del Sabadell
El equipo canario se impuso con claridad y deja el descenso de los arlequinados visto para sentencia
Nada es imposible en el fútbol y nada está cerrado hasta que se certifica matemáticamente, pero más que probablemente Sabadell y Tenerife no jugarán la próxima temporada en la misma categoría. En un partido incomprensible por parte del Sabadell, los de Ramis se impusieron claramente y certifican virtualmente la permanencia: suman 50 puntos. El Sabadell, en cambio, tiene pie y medio en Segunda B. Necesitan ganar los tres partidos que faltan y quizás ni siquiera así les Llegará. Queda esperar el milagro, pero nada indica que vaya a producirse.
El Sabadell no inquietó al Tenerife en toda la primera parte. Ni antes ni después del gol encajado. No parecían un equipo que se jugara el descenso. Los arlequinados fueron demasiado planos, previsibles y no complicaron nada el partido al Tenerife. Tampoco lo hicieron los isleños con los locales, pero es que no les hizo ni falta. Pese a no ser claramente superiores, el Tenerife rondó mucho más la portería del Sabadell, gozó de varias acciones a balón parado y Sipcic tuvo un buen remate de cabeza. Todo antes del gol.
El tanto de Vada, a los 20 minutos, fue fruto de una buena acción del Tenerife, pero también de cierta pasividad del Sabadell. Nono y Sol combinaron dentro del área y Vada disparó cruzado sin que la defensa les apretara demasiado. Y aún pudo dar gracias el Sabadell, pues Shashoua tuvo una magnífica acción para irse 0-2 al descanso. El jugador del Tenerife fue, de largo, el más peligroso del ataque chicharrero. De Stoichkov, en cambio, no se tuvieron noticias en todo el partido. Vio una amarilla en una acción deliberada, perdiéndose así el próximo partido ante el Alcorcón. Otro mal augurio.
Pudo cambiar el partido con un autogol del Tenerife, tras un rebote, en el 49'. Pero lejos de igualarse, el encuentro se siguió decantando del lado visitante. Sergio González entró completamente solo para rematar una falta servida desde más de 40 metros, en otra muestra de los problemas defensivos del Sabadell. Sin pólvora arriba ni solidez atrás, nada hacía presagiar una remontada local. El disparo de Javi Alonso al larguero, tampoco.
Sin nada más que perder, el Sabadell se fue obviamente hacia arriba buscando un gol que les metiera en el partido. Pero mentalmente, los arlequinados, fueron un equipo roto. Al menos hasta los cambios, que dieron un poco más de brío al ataque local. Hombres como Néstor o Édgar, con una historia en Sabadell, fueron de los pocos que dieron la cara.
Pero el Tenerife era perfectamente consciente de lo que debía hacer no solo para ganar el partido, sino para no sufrir demasiado. Ramis refrescó el ataque en busca de convertir alguna contra con superioridad ante un Sabadell volcado. Pero es que ni siquiera sufrió el Tenerife: se limitaron a esperar en su campo y rechazar los centros aéreos sin mayor problema.