Esguince de Illarra: "Me toca vivir el lado oscuro del fútbol"
El capitán de la Real Sociedad se tuvo que retirar a los diez minutos de empezar el partido. Se había vuelto a lesionar antes de la final de Copa.
Asier Illarramendi no levanta cabeza con las lesiones. El capitán de la Real Sociedad había vuelto a la titularidad por sorpresa en el partido del Reale Arena contra el Real Valladolid. Pero lamentablemente duró diez minutos sobre el terreno de juego. Esta vez una desafortunada torsión en su tobillo derecho tuvo la culpa. En la acción previa al primer gol de Alexander Isak, Illarramendi se lesionó y no pudo continuar porque sintió un fuerte dolor. Enseguida mandó calentar Imanol Alguacil a Martin Zubimendi, y justo después del 1-0, se echó al suelo y tuvo que ser sustituido. Afortunadamente, en este caso no se trata de una lesión de gravedad, porque sufre un esguince leve, aunque le van a hacer pruebas para descartar alguna afección mayor.
Hay que recordar que Illarramendi se lesionó en la previa de la final de la Copa del Rey de La Cartuja, para la que se había preparado a conciencia tras volver a los terrenos de juego en la eliminatoria de Copa de esta temporada contra el Cordoba. Aquella lesión en Sevilla parecía que le iba a dejar fuera de juego lo que restaba de temporada. Pero hace dos semanas entró de forma sorprendente en la lista de convocados al recuperarse casi de forma milagrosa. Y después de varios entrenamientos ejercitándose con el grupo, el centrocampista mutrikuarra parecía preparado para regresar a la titularidad.
Pero su alegría contra el Valladolid le ha durado dies minutos. Ahora el capitán de la Real Sociedad sufre un esguince de tobillo que parece que no reviste gravedad, según dicen los médicos del club donostiarra. Pero le van a practicar pruebas médicas para descartar que pueda tener algún ligamento afectado. De hecho, Imanol Alguacil, el entrenador realista, no ha querido mojarse y prefiere esperar la evolución de la lesión, aunque se mostraba optimista. Illarra se ha retirado del terreno de juego bastante afectado, con lágrimas en los ojos y apoyado por todos sus compañeros con gestos de cariño. Pero más que por el dolor, era por la impotencia que siente al no levantar cabeza con las inoportunas lesiones. "Me está tocando vivir el lado oscuro del fútbol. Es muy duro, pero no me rendiré. Eskerrik asko danoi animuaitxik!! (gracias a todos por los ánimos) Aupa Real".