Cita al miedo en los extremos
El Leganés quiere garantizar el playoff antes de que se pueda poner más difícil de lo que está. El Logroñés, salir del descenso al que ha entrado tras una vuelta sin pisarlo.
La aritmética del miedo conjuga vértigos distintos según sea la perspectiva del que la calcula. Por ejemplo, el Leganés. En Butarque hay miedo, sí. A quedarse fuera del playoff, a que sus 30 millones de presupuesto sean insuficientes para subir, a que las bajas sigan golpeando ahora que más daño hacen… Miedo en el privilegio. Pero miedo, al fin y al cabo. Diferente es el miedo que exuda el Logroñés. Miedo a descender. A perder la categoría después de un curso notable que no los veía en la zona roja desde la décima jornada. A que Las Gaunas vuelvan a desaparecer de la élite sin que su parroquia haya podido disfrutar ni de un minuto en las gradas. Miedo por desesperación, diferente al que emerge al sur de la capital y que hoy (siga en directo el partido en As.com) se mezclará con el de los riojanos para dibujar un duelo de necesidades en los extremos y extremas.
El cielo y el infierno en 90 minutos. Puro fútbol de final de temporada sin público sufriéndolo en las butacas, que es lo único que le falta a este duelo para ser un partidazo. El asunto es nexo común entre Leganés y Logroñés. Ambos se han quejado en las últimas horas por la desigual desescalada del fútbol profesional, ésa que, por ahora, dejará Butarque y Las Gaunas vacías de alma mientras rivales directos disfrutan del aliento de los suyos. "Un sinsentido", como argumentó Garitano en la previa, que con su habitual tono poco dado al pellizco lanzó un dardo a los ingenieros de semejante plan de retorno.
Fue el mismo tono que puso para restar importancia al batallón de bajas que cuenta su equipo. Siete ausencias entre problemas médicos (Lasure, Bustinza, Miquel, Bastón, Arnáiz y Omeruo) y sanciones (Eraso) que obligarán al de Bergara a convocar a tres canteranos (Iván, Mario y Diego) para completar la lista de 23 futbolistas. La defensa centra buena parte de los problemas, pero también la mediapunta, donde Garitano no concibe otro jugador que no sea Eraso. Hoy podría mutar el sistema y jugar con dos delanteros por su baja. Sabin Merino y Miguel apuntan a titulares con este último en racha de sensaciones. La otra duda para el de Bergara es quién ocupará la vacante de Arnáiz. El suizo Kevin Bua debería ser recambio natural, pero el anonimato marca su recorrido en Butarque. Garitano no le da bola. Ahora podría no quedarle más remedio. Más teniendo en cuenta que el miércoles se visita al Mirandés. Las rotaciones (parece) mandarán.
Y mientras, la calculadora. En Butarque ya la han sacado a pasear para concluir que con seis puntos serán suficientes para garantizar el play-off y que con nueve se puede soñar con asaltar la tercera plaza. También en el Logroñés hacen cuentas, aunque no se atrevan más que a mirarlas partido a partido. Más tras la goleada contra el Girona en su feudo. Aquel 1-4 que les ha devuelto al descenso fue puñalada para Sergio Rodríguez y los suyos. "Queremos reivindicarnos y cambiar la imagen", repitió en la previa sin dar pistas sobre su once. Con el retorno de Olaetxea como máxima novedad (podría ser de la partida), los rojiblancos esperan sacar partido del parón pepinero en su feudo.
De los últimos cinco partidos el Leganés sólo ha sacado un triunfo como local. El resto, empates (tres) y una derrota que ya no pintan el feudo madrileño con la fiereza de antaño. Y hablando del pasado, este Logroñés jamás ha visitado Leganés. Sí lo hizo el antiguo CD Logroñés en octubre de 1999. No había si quiera comenzado el siglo XXI.