Las cuentas claras y la salvación espesa
El Real Valladolid necesita ganar sí o sí a la Real Sociedad si quiere mantener un halo de vida y pensar aún en la salvación.
Al Real Valladolid ya no le caben los paños calientes ni los rodeos: necesita acabar con su pésima racha de resultados y ganar mañana en Anoeta a la Real Sociedad si quiere mantener la categoría. Todavía podría hacerlo en función de los resultados aunque no venza, pero, si no lo hace, la situación sería más complicada incluso, habida cuenta de que los blanquivioletas cierran la Liga contra un Atlético de Madrid que podría llegar a Zorrilla jugándose el título.
A dos puntos de la salvación, las cuentas están claras, y la salvación, espesa: perder en San Sebastián, o incluso empatar, podría dar matemáticamente con los huesos del conjunto de Sergio González en Segunda a falta de que se dispute esa última fecha. Para que se diera este escenario catastrófico, podría bastar con que una derrota del Pucela se viera acompañada de sendos resultados positivos de Getafe y Huesca ante Levante y Betis, respectivamente. Con un punto de ambos podría bastar en esa circunstancia, pues los azulones se irían a cuatro de ventaja y los oscenses la ampliarían a tres, aunque cuentan con el golaveraje a favor.
En caso de empate del Real Valladolid ante la Real Sociedad, para que ese descenso fuera matemático, los dos rivales mencionados tendrían que ganar sus respectivos encuentro, pues solo así la brecha se abriría. En ese caso, cabría incluir a un tercer rival en la ecuación, el Alavés, quien, no obstante, mantendría su terreno expedito. Los de Javi Calleja tienen 35 puntos, cuatro más que los pucelanos, pero, con el golaveraje a favor frente a estos, no podrían ser superados en la última jornada ni aunque mediase la hombrada y una milagrosa victoria frente al Atlético de Madrid.
En vistas de este escenario, y de con quién acaban la Liga los de Sergio González, la única variable que cabe para pensar realmente en la permanencia es la de ganar a los de Imanol Alguacil, algo que será harto complicado, por más que los txuri-urdin hayan cosechado cuatro derrotas en casa previamente. De mediar esos tres puntos, en cualquier circunstancia, el Real Valladolid dependería de los resultados de terceros para salir de las tres últimas plazas, aunque mantendría al menos un halo de vida con el que todo blanquivioleta sueña, aun cuando la esperanza haya parecido esfumarse tras caer frente al Villarreal el jueves.