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PORTUGAL

Carles Soria, el español que ha conquistado Portugal

El lateral derecho formado en la cantera del Espanyol atiende a AS después de conseguir el ascenso con el Estoril en Portugal.

Carles Soria, el español que ha conquistado Portugal

Carles Soria (08/10/1996, Igualada, Barcelona) se encuentra en el mejor momento de su carrera. El lateral derecho español del Estoril acaba de lograr el ascenso a Primera División en Portugal, hazaña que el equipo consumó cuatro jornadas antes del final y con una gran diferencia sobre sus perseguidores. El canterano del Espanyol es uno de los pilares del club y, a falta de resolver su futuro, ya sueña con la posibilidad de enfrentarse la próxima temporada a gigantes del fútbol portugués como Sporting, Porto o Benfica.

Con apenas 24 años, esta ha sido la segunda experiencia de Soria en el extranjero. En la 2018/2019, fichó por el AEK Larnaca de Chipre, donde coincidió con un grupo repleto de españoles que entrenaba Imanol Idiakez. El lateral cuenta en conversación con AS cómo ha sido vivir un ascenso en un año tan complicado como este y hace un repaso de su trayectoria, además de valorar la vuelta del Espanyol a Primera.

Lo primero de todo, enhorabuena por el ascenso

Muchas gracias. Es mi primer logro futbolístico remarcable y creo que aún no soy consciente de lo que he hecho.

Ha sido una temporada complicada, ¿cómo la ha vivido?

Ha sido un poco extraña, confusa, como creo que ha sido en todas partes. Creo que al final ha sido un crecimiento brutal porque hemos tenido que vivir muchas situaciones complicadas, estar confinados, no tener público... Poder conseguir un logro como este, creo que en una temporada como esta, cobra muchísimo más valor, porque sabemos de la complejidad de la situación y este ascenso sabe mucho mejor por todo lo que hemos pasado. Por mucho que seamos futbolistas, por mucho que la gente crea que estamos en una burbuja, nosotros también somos personas y tenemos a nuestras familias, y también convivimos con esta situación de incertidumbre. al final poder conseguir este logro sabe mucho mejor.

Imagino que a nivel mental habrá sido difícil

Pasamos de enero a marzo/abril en confinamiento domiciliario. No podíamos salir de casa, estaba todo cerrado, sólo estaba abierto el supermercado... Al final nuestra rutina era ir de casa a entrenar y de entrenar a casa. Por ejemplo en mi situación, que soy de fuera, tener que vivirlo fuera de mi país, lejos de mi gente, de mi pareja, de mi familia... Se hace todo más complicado y te sustentas en el fútbol.

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@carlesoria2

Por suerte tengo el apoyo tanto de mi familia como de mi pareja, aunque sea desde lejos, y también trabajo con un coach que me ayuda muchísimo en estas situaciones y es de agradecer que esté ahí. Porque creo que muchas veces se nos trata como máquinas y el aspecto mental para mí es super importante, incluso más que el físico, porque al final si tú no estás centrado, si no estás feliz, si lo estás pasando mal... en el campo se acaba reflejando todo esto. Y por muy bien que estés físicamente, tu cabeza lo es todo. El estar centrado en esos momentos y tener un apoyo como tal ayuda muchísimo.

¿Cómo fue su adaptación al equipo y al fútbol portugués?

Por suerte soy un chico super abierto, me gusta entregarme al máximo. Me gusta que la gente me conozca tal y como soy, no me gusta la dualidad de personalidad. Desde el primer día yo me quería entregar al cien por cien tal y como soy y abrirme. Al final en el fútbol pasamos un 20% del día y el restante me gusta hacer amistades, me gusta quedar con gente, porque al final es lo que queda en el fútbol. Por mucho que hayamos conseguido el ascenso, cuando pasen los años me gustará recordar esto con mis amigos, con las amistades nuevas que haya hecho. Yo tenía claro que tenía que adaptarme lo antes posible cuando llegué y que eso me iba a ayudar a que, dentro de lo que ha sido este año, pudiera pasarlo lo mejor posible. Desde el primer día fue muy sencillo todo.

Se puede decir muy pocas veces esto, pero hemos formado un grupo de amigos, hemos estado super cómodos durante todo el año. Creo que eso es lo que nos ha llevado hasta el éxito. No entiendo el éxito de grupos de individualidades, entiendo el éxito como parte de un colectivo, de generar grupos... Y eso es lo que nos ha llevado hacia el objetivo final que hemos conseguido. Cuando no vamos todos a una o no se unen los mismos objetivos individuales, no consigues nada. Y lo que nos ha llevado hasta aquí es que en los buenos momentos éramos una familia y en los malos también. Muchas veces se dice por decir y es un tópico, pero si no lo cumples de verdad no se ve reflejado después.

¿Es lo más importante que se llevas de este año?

Totalmente. Es verdad que hemos practicado un juego super vistoso, ofensivo y asociativo, y eso también nos ha ayudado a marcar la diferencia con respecto a los otros equipos, pero el punto clave de que todo esto haya sucedido es el grupo que hemos formado. El ser fuertes, estar unidos, el hoy por ti y mañana por mí... De esa forma todo se disfruta mucho más.

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En esto me imagino que habrá tenido mucho que ver el entrenador, Bruno Pinheiro, y el resto del cuerpo técnico. ¿Cómo es trabajar con él día a día?

Es un placer el ver cómo hemos mejorado como equipo, salir al campo y ver la diferencia de jugar fuera a jugar en casa. Muchos equipos pecan de que en casa muestran una imagen y fuera otra. Nosotros íbamos con la mentalidad clara de ir donde fuéramos a buscar los tres puntos, no nos escondíamos de ir a por el partido, proponer más que el rival, porque creemos que es la idea para estar más cerca de la victoria. Y eso nos ha llevado a conseguir rachas de victorias de siete u ocho partidos. Tenemos ambición, la mítica frase de ir partido a partido, salir a cada partido con las cosas claras y como podemos hacer daño al rival.

¿Le ha sorprendido el nivel de la segunda división portuguesa?

La verdad es que sí. No hay partido fácil, no existen grandes diferencias entre primero y último, cualquier rival te lo pone complicado. Y cada vez más en la élite los equipos están más preparados físicamente, no hay tantas diferencias. Hay jugadores que en la zona de ataque te pueden generar muchos problemas y tienes que estar preparado, los pequeños detalles son muy importantes. Al final en la élite cualquier error se paga muy caro y en esta categoría los partidos están muy igualados y se deciden por pequeñas cosas a las que tienes que estar muy atento.

Ahora que ha conseguido el ascenso, ¿le gustaría quedarse y probar cómo es jugar contra rivales como Porto, Sporting, Benfica...?

Creo que sería otro sueño que podría cumplir. Hace cuatro o cinco años nunca me hubiera imaginado que podría tener la opción de jugar en una primera división como la de Portugal. Para mí sería un placer poder seguir aquí. Poder haber vivido lo que es un ascenso y tener una continuidad en Primera sería algo muy bonito de experimentar. Medirte a equipos como Sporting, Porto o Benfica, que desde pequeño veías en la televisión... Pasar de lo que era un sueño de infancia a una realidad sería increíble.

Salió de la cantera del Espanyol, te fuiste a Chipre y ahora está en Portugal. ¿Qué es lo que saca de cada una de estas experiencias? ¿Se nota mucho la diferencia entre un fútbol y otro?

Después de haber pasado por los tres países me doy cuenta de que la base que tenemos en España es de agradecer y tenemos que valorarla, porque lo que me ha aportado la escuela del Espanyol y lo que ves en otras canteras, te hace darte cuenta de que cuando sales te sientes totalmente preparado para competir. Te ves altamente capacitado a nivel de capacidad, ves que cada vez hay más jugadores españoles dispersos en las ligas de todo el mundo. Hay pocas ligas donde no encuentres españoles.

Por ejemplo en Chipre había una gran diferencia entre los seis de arriba y seis de abajo. Los de arriba tenían una calidad inmensa. Era un país con otras cualidades y cirsunstancias que me dio para vivir otras cosas. Pude vivir la clasificación a la Europa League, quedándome en la última ronda, algo que a lo mejor en otros países no lo hubiera podido conseguir. Son experiencias que son únicas.

En España, yo jugué en Segunda B y hay muchísimo contraste. Pasas de jugar un día en el estadio del Hércules, un estadio de Primera División, a después tener que ir a jugar a campos de césped artificial. Es una categoría que pide adaptación. Adaptarte cada día a lo que te propone la categoría.

Aquí en Portugal me ha tocado vivir otro tipo de fútbol mucho más profesional, otro tipo de estadios y que además hemos podido conseguir algo tan bonito como es un ascenso.

Imagino que estará contento también con el ascenso del Espanyol

He visto una plantilla que no debería haber estado nunca en Segunda División. Es muy fácil decir ahora que el Espanyol se ha paseado, que ha pasado por encima de los rivales, pero sé que ha sido un año duro. El bajar de categoría implica una obligación de volver a subir, pero claro, todo lo que no sea eso y quedar a 15 puntos del segundo no será una temporada buena. Eso conlleva mucha presión, los jugadores que estaban el año pasado en Primera llevan esa carga del descenso y haber concluido el año así es de valorar. No es fácil. Es totalmente admirable lo que han hecho. Ahora hay que dar un paso más. Se ha presentado una oportunidad de poder ver qué ha pasado, no cometer los errores del pasado, poder aprender de ellos y seguir creciendo como club y aprovecharlo.

¿Cree que el objetivo del año que viene del Espanyol tiene que ser aspirar a algo más que no sea descender?

Efectivamente. Creo que el 60 o 70% de la plantilla fue la que hizo que el Espanyol entrara en Europa. No podemos discutir la calidad de Darder, Cabrera, Embarba, Raúl De Tomás, Melendo... Son jugadores que en otras circunstancias podrían estar tranquilamente en equipos del Top-10 de España. Son jugadores con muchísima calidad y hay que ser conscientes de ello. No hay que olvidarse de por qué ha pasado esto, aprender de esa situación y sólo ver un futuro esperanzador, trabajar día a día, crecer como club y como futbolistas.

¿Cómo se definiría como jugador?

Me definiría igual que soy como persona. Me entrego al cien por cien, soy trabajador, soy constante, soy humilde, me gusta predicar con el ejemplo. No me gusta la gente que sus palabras no van acorde con sus hechos. Yo exijo porque sé que yo me voy a exigir, soy el primero que es exigente consigo mismo, el autocrítico que te vayas a encontrar. Nunca voy a reclamar nada a un compañero si primero no me lo puedo reclamar a mí.

A nivel defensivo he mejorado muchísimo, me veo un jugador sólido ahora mismo, que al final es lo que se busca en un lateral a día de hoy, que sea sólido en defensa y después en ataque pueda aportar muchas cosas. Me siento muy cómodo en la salida de balón, pero sí que es verdad que a nivel defensivo he visto una mejora brutal. Trabajo, consistencia, humildad, eso es lo que llevo grabado a fuego.

He leído que le apodan 'La Garra'

Eso es lo que me dicen siempre aquí en Portugal. El jugador español tiene mucha garra. Es algo que llevamos a fuego, el gritar, correr, entregarse, se nos ha inculcado también así. No comparto eso de que puedas rendir muy bien un partido y los tres siguientes no sean buenos. Me gusta la regularidad, la entrega, el saber sufrir y poder disfrutar desde el sufrimiento, creo que eso se ha perdido un poco en el fútbol de ahora.

Ha jugado en dos ligas extranjeras, ¿le gustaría jugar en algún otro país?

Mi sueño siempre ha sido Inglaterra, tanto Premier League como Championship, porque creo que allí se vive el fútbol de otra forma. Se siente y se vive día a día, el día de partido, los estadios llenos, el sentimiento de los aficionados, la entrega, la lucha, que son cualidades en las que me veo reflejado... Me encantaría poder experimentar eso algún día, pero una vez sales de España, estás abierto a muchas otras cosas. Es verdad que también me gustaría jugar en Primera División en España, pero no me cierro ninguna puerta. Cada país y cada situación te va a aportar cosas diferentes y totalmente maravillosas. Al final hay que aprender de esto, hay que vivir nuevas experiencias y todo lo que sirva para poder madurar estaría encantado de poder vivirlo.