Almas gemelas: exhaustos, mermados e indignados

Granada y Real Madrid comparten a su pesar sangre, sudor y lágrimas. Son, con diferencia, los equipos más castigados por las lesiones, el calendario y el arbitraje de las últimas jornadas (sigue el partido en directo en AS.com). Para el equipo de Diego Martínez será el partido 56 de un curso tan duro como feliz: salvado holgadamente a tres jornadas del final y cuartofinalista en Europa League y en Copa del Rey. "No queramos hacer pasar por normal lo que es extraordinario", advirtió el técnico este invierno cuando le pedían una nueva aventura europea, de la que se ve definitivamente fuera tras su derrota ante el Betis. Marcha décimo, sin objetivos ni apreturas, y lo celebra, porque su ritmo nunca fue el de dos partidos por semana.

Lo mismo vale para el Madrid, que sin refuerzos y mermadísimo por las bajas, fue semifinalista de Champions y llega con vida a los últimos metros de esta Liga, aunque ese sueño de depender de sí mismo le duró 24 horas. El de Granada será su partido número 50 y llega en la misma situación extrema de las últimas semanas. Ninguno de sus cuatro defensas titulares está disponible. De hecho, Carvajal, Ramos y Mendy no volverán esta temporada y Varane, el que menos se ha lesionado (aunque se perdió cuatro partidos por la COVID), tampoco llega a tiempo. Y ayer mismo se cayó Marcelo, que había disputado los últimos siete partidos.

El Castilla, al rescate

Así que Zidane protegerá al equipo con futbolistas que en octubre estaban muy en el fondo del armario. Nacho ha disputado ya treinta partidos, nueve más que Ramos. Militao había jugado sólo siete hasta mediados de marzo y lo ha hecho al completo en los 11 últimos. Ocho de los 13 choques del olvidadísimo Odriozola le han llegado entre abril y mayo. Los tres, como ante el Sevilla, protegerán hoy a Courtois dentro de ese permanente estado de alarma en que vive la defensa del Madrid. Y el filial Miguel Gutiérrez será el lateral izquierdo. Otros dos jugadores del Castilla, Marvin y Blanco, completan el mermadísimo grupo

De ahí en adelante ya hay más donde elegir. A la troika del centro del campo pueden sumarse Valverde o un tridente. Ante el Sevilla marcaron Asensio y Hazard los primeros goles de unos delanteros que no son Benzema desde el 6 de abril. Ambos partieron del banquillo y ambos pueden ser titulares visto el bajón de Vinicius.

El Granada ha sido una permanente lucha con el viento de cara. Hasta doce futbolistas han pasado el coronavirus. El último, Víctor Díaz, cuyo positivo se conoció ayer. El equipo registró el único brote en Primera, hasta el punto de tener que jugar con sólo siete sanos del primer equipo ante la Real Sociedad en noviembre después de que la Liga rechazara el aplazamiento del duelo. Perdió el partido en el campo y lo hubiera perdido también en los despachos por alineación indebida.

Sin columna vertebral

En el Camp Nou dio la campanada con ocho lesionados y ahora anda en las mismas. A las seis bajas que presentó el lunes ante el Betis se sumaron tres lesionados más en ese encuentro (Montoro, Duarte y Yangel), más Víctor Díaz. De la columna vertebral (el tocado Duarte, Yangel, Montoro, Soldado) puede no quedar ninguno en pie. Diego Martínez, que tuvo que cambiar hasta cuatro veces su esquema ante el Betis, no podrá jugar con tres centrales como ante el Barça porque no los tiene y Eteki será su repuesto en el centro del campo.

Ni uno ni otro tienen rachas de las que presumir. El Granada ha perdido siete de sus últimos once partidos y el Madrid ha empatado tres de los cuatro más recientes en Liga, pinchazos que le mantienen en su papel de perseguidor. Y ambos vienen, también, de fundadas reclamaciones contra los árbitros. El penalti de Militao ante el Sevilla desató el mayor ataque del Madrid contra el VAR que se recuerda, Zidane incluido. Y al Granada le pareció un atropello el golpe franco por presunta cesión a Aarón que le costó el lunes la derrota en Sevilla. El marrón de hoy le ha caído a Gil Manzano, que ha pitado tres partidos entre ambos y los tres los ganó el Madrid. Será observado al microscopio y no sólo en Los Cármenes.